El pleno pobrense aprobó los presupuestos en una sesión que acabó al estilo «Sálvame»

A POBRA DO CARAMIÑAL

gerpe

Regidor y portavoz del PSOE se enzarzaron en una discusión al introducir la socialista un tema personal en una de sus mociones

29 jul 2016 . Actualizado a las 20:51 h.

La corporación de A Pobra dio ayer un importante paso adelante al aprobar los presupuestos, lo que permitirá al Concello realizar obras necesarias y comenzar el desarrollo de proyectos. El apoyo del BNG propició que unas cuentas superiores a los siete millones de euros salieran adelante, aunque el portavoz de los nacionalistas, Ramiro Ouviña, ya dejó claro que este respaldo «non é un cheque en branco». El alcalde, Xosé Lois Piñeiro, afirmó que se sentía contento por conseguir el visto bueno para el plan económico por lo que ello implica, pero el portavoz del PP, Manuel Durán, fue duro al manifestar: «Vostedes non son capaces de manter o que hai». Superado el punto de las cuentas, la sesión discurría de forma amable, con acuerdos unánimes como la aprobación del convenio con Benestar para la puesta en marcha del centro de día. Sin embargo, todo se torció en la recta final y el salón noble, ese en el que, según habían dicho minutos antes los ediles, se celebran las sesiones más importantes de un Concello, se convirtió en un plató de Sálvame, sin que nadie pusiera freno. Media hora de debate intrascendente para los pobrenses. 

Fue una moción de la socialista Teresa García, que encubría en su tercer punto una cuestión de carácter personal, la que provocó el careo entre alcalde y concejala. Bajo una amable iniciativa de apoyo a las víctimas de maltrato se incluía un apartado en el que se pedía a la Administración local, «principalmente desde o goberno e o partido que o sustenta, evitarase a violencia verbal ou acoso ás persoas, sexa a través das redes sociais ou calquera medio de comunicación, algunhas intervencións que se fan poden rozar o límite do acoso psicolóxico machista». El equipo de gobierno se sentía especialmente aludido porque estaba al tanto de que el trasfondo de esta solicitud estaba vinculado a unos comentarios, poco afortunados, efectuados por internautas en las redes sociales contra Teresa García cuando, legítimamente, había expresado su opinión sobre la protección animal. El regidor le solicitó que retirase el punto, cosa a la que Teresa García no accedió y, sin embargo, después acabó modificándolo casi por completo, hasta eliminar la mayor parte de su contenido. Tanto BNG como PP eran conscientes de que este conflictivo apartado era el verdadero objeto de la moción sobre violencia sexista. La nacionalista Cristina Andrade reconoció que parte de lo que se pedía en la moción ya figuraba en los presupuestos que acababan de aceptarse y que el resto de los contenidos ya se habían aprobado en una propuesta que ella misma había defendido hacía solo unos meses. Sin embargo, ambas formaciones indicaron que la apoyarían. Fue el popular Manuel Durán quien indicó que Teresa García debía explicar a qué se refería exactamente y, finalmente, la socialista acabó dejando el famoso asunto en: «Desde a corporación, principalmente desde o goberno e o partido que o sustenta, evitarase a violencia verbal ou o acoso ás persoas». BNG y PP votaron a favor, el ejecutivo lo hizo en contra y el rifirrafe verbal se extendió a interpelaciones del gobierno al resto de los grupos. El reloj marcaba ya las doce y media de la noche y la moción del BNG sobre la conservación de los bosques de ribeira quedó sin debatirse, esperarán hasta septiembre.