El parque móvil barbanzano puede emitir 190.000 kilos de dióxido de carbono al año
21 sep 2019 . Actualizado a las 18:08 h.Encender un automóvil para realizar un trayecto es un gesto muy habitual. En Barbanza, según la base de datos de la Dirección General de Tráfico, están contabilizados 63.545 turismos, con lo que esto conlleva de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Un coche de gasolina que circule 20.000 kilómetros al año, expulsará en ese período 3.242,93 kilos de CO2. La cifra para uno diésel sería de 2.891,85 kilos. Multiplicando, sale un total de 190.672.537 kilos de dióxido de carbono lanzados al aire de forma anual. ¿Qué habría que hacer para compensarlos? Pues, según una aplicación informática, reforestar 107 hectáreas.
Este dato, para dar una dimensión de la extensión que supone, sería lo equivalente a 150 campos de fútbol y 17 hectáreas más que el gran incendio que afectó a Porto do Son a principios de la pasada semana.
Vehículos envejecidos
Uno de los problemas que tiene la comarca en lo relativo a la contaminación producida por los turismos es la edad de su parque móvil, que ronda los 16 años. Como explica José Manuel Abelleira, que regenta un concesionario, «moita xente ten coches de máis de dez anos e por dúbidas e a crise non dá o paso de cambialo. Hoxe en día falta estabilidade e hai un problema de confianza».
En el primer semestre de 2019, según datos del Instituto Galego de Estatística, en la zona se matricularon 936 turismos, la mayor parte de ellos en los concellos bañados por la ría de Arousa. Rebajar la edad media del parque móvil sería un gran paso, ya que los coches actuales emiten menos cantidad de dióxido de carbono: «Podería estar ben que o Goberno puxera en marcha un plan para que a xente que ten automóbiles diésel de máis de dez anos os renove. Habería que dar algún tipo de axuda e un prazo de tempo para facer o cambio», reflexiona Abelleira.
La remontada del diésel
A pesar de que el gasoil pasó un momento de crisis cuando el Gobierno anunció que tenía los días contados, parece que elegir vehículos que utilizan este carburante ha vuelto a coger fuerza entre los barbanzanos. «Cando saíu a noticia xerou inquietude e a xente lanzouse aos coches de gasolina», confirma José Manuel Abelleira. Pero, según sus propias palabras, parece que esta tendencia ha perdido fuerza.
En estos momentos, el empresario de Boiro indica que «volveuse á realidade. Se o comprador vai facer moitos quilómetros compénsalle mercar un turismo diésel, mentres que se fai poucos é mellor un de gasolina». Pero para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera se pueden llevar a cabo pequeñas acciones que acaban sumando. Compartir vehículo, evitar el automóvil en trayectos cortos y urbanos y utilizar el transporte público son ejemplos.