Los altos niveles de arsénico en el suelo ponen a Barbanza bajo la lupa

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

Las concentraciones del metal son más elevadas que en otros puntos de Galicia

19 abr 2018 . Actualizado a las 08:13 h.

Barbanza vuelve a teñirse de rojo en un mapa que alerta sobre los riesgos que algunos factores ambientales producen en la salud de la población. El arsénico es ahora el culpable. Investigadores del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (Isciii) y del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) han elaborado un estudio que asocia los metales del suelo con una mayor mortalidad por cáncer. El informe pretende demostrar que la exposición a estos elementos químicos podría aumentar las probabilidades de sufrir ciertos tumores. Aunque de este informe no se extraen conclusiones por ayuntamientos, la comarca se cubre de rojo en un plano de toda la península elaborado por el IGME y en el que predominan otras tonalidades como el verde, que indica que los niveles de este contaminante son mucho más bajos.

Galicia es una de las comunidades autónomas donde existe mayor presencia de este metal, si bien son muchos los concellos que se librarían de los efectos del arsénico en la salud y, sobre todo, de la asociación de su presencia en el suelo con la incidencia del cáncer. Con todo, la relación es solo estadística, por lo que harían falta nuevos análisis y datos individualizados para obtener resultados más concretos.

Un elemento natural

El arsénico es un elemento natural que se encuentra en la tierra y entre los minerales y cuyos componentes pueden hallarse, incluso, en plaguicidas y en ciertas industrias. La exposición a este producto químico puede causar problemas de salud más allá del cáncer. Se cree, por ejemplo, que el contacto durante un tiempo prolongado puede cambiar el color de la piel.

Los expertos creen que no es necesaria una exposición a grandes concentraciones del metal para sufrir sus efectos. Tal y como ha señalado uno de los investigadores del estudio, los contenidos de elementos tóxicos en el suelo, aunque sean unos niveles muy pequeños, pueden suponer un componente más en la etiología del cáncer influyendo en su patrón geográfico.