La legión motera más numerosa de los últimos años tomó Boiro

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

DANI GESTOSO

Los jinetes del acero invadieron una villa que se dejó seducir por las pruebas y rugir de los motores

23 jul 2017 . Actualizado a las 16:08 h.

«O día acompañaba para coller a moto, fixo sol, pero non tanto como para buscar refuxio na praia». Esta fue la razón, tal y como indicaron organización y gran parte de los participantes, que llevó a una legión de moteros a Boiro, en donde se reunieron más aficionados a las dos ruedas que en ninguno de los últimos años. Las expectativas se vieron superadas por la realidad y cerca de 2.000 asistentes, según los responsables de la cita, se unieron ayer a la jornada grande de una quedada que cumple su décima edición.

Los jinetes del acero invadieron el centro de la villa según iba avanzando el día. De la jornada anterior quedaban algo más de un centenar y medio que se sumaron al desayuno de inscritos, y desde primera hora empezaron los entrenamientos para la prueba de superenduro de la tarde.

En las primeras tomas de contacto con el terreno, saltando troncos y superando obstáculos, hubo algún fuera de pista, pero nadie resultó herido y se quedó en una anécdota de los entrenamientos. En la competición, recortando tiempos, se llevó el premio en la categoría aficionada Alejandro Remuiñán, en la profesional venció Román Pérez González y, en el concurso de motos clásicas, Juan Manuel Guerra, con una Honda VF 1000 de 1985.

Unos juegos muy reñidos

En el parque de A Cachada se disputó otra competición de corte lúdico en la que la organización hizo este año un especial esfuerzo. Carreras de sacos, por relevos, el juego de la silla la prueba de la moto más lenta o, por equipos, el tiro de cuerda. Había, por primera vez, dinero en juego, lo que animó la participación.

Tras una intensa jornada, la caravana motera tiene previsto levantar el campamento para realizar una ruta turística por Arousa norte de unos 60 kilómetros.