Piscinas naturales del río Pedras, un oasis que también esconde peligros

Álvaro Sevilla Gómez
Á. Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

cedida

Las piscinas naturales del río Pedras acumulan dos complicados rescates en menos de una semana

14 jul 2017 . Actualizado a las 12:02 h.

Incluso la rosa más bella puede cortarte con sus espinas. Con esta frase podría definirse el paraje conocido como las piscinas naturales del río Pedras, situado en A Pobra do Caramiñal. El lugar se ha convertido en un atractivo natural que congrega en sus famosas pozas a numerosas personas cada día. Sin embargo, dos rescates en menos de una semana ponen en relieve los riesgos que esconde un enclave perfecto para desconectar, un auténtico oasis en mitad de la montaña.

Este martes, un vecino de Padrón, después de caerse en unas rocas y sufrir un esguince en la rodilla, tuvo que ser rescatado por el helicóptero Pesca I. Él fue el último de una lista de personas que crece cada verano. «Tardamos en llegar hasta el lugar unos 25 minutos», apuntan desde Protección Civil de A Pobra, cuyos voluntarios fueron quienes se encargaron de guiar monte arriba a los profesionales de los parques de bomberos de Ribeira y Boiro, además del personal del 061.

«La gente arriesga demasiado. Para nosotros fue muy complicado hallar el lugar en el que se encontraba el señor. Si no pudiéramos contar con el helicóptero, habría sido imposible sacarlo de allí a mano», apunta uno de los profesionales del parque de bomberos de Boiro, que recuerda que este mismo sábado un sexagenario se golpeó la cabeza con una piedra después de perder el equilibro.

Necesario

A pesar de los peligros, el centenar de personas que este mismo martes se bañaban en las diferentes piscinas demuestra que el riesgo que se corre merece la pena. «Si conoces el lugar no tienes ningún problema. Todos sabemos que se trata de un sitio espectacular, donde puedes gozar y bañarte sin ningún problema. Lo que hay que dejar claro es que necesitas saber dónde pisas, qué rocas puedes utilizar para pasar y cómo es cada piscina», apuntan fuentes de Protección Civil.

Desde los cuerpos de seguridad reconocieron que el número de visitantes ha crecido en los últimos años. Internet y las redes sociales han sido algunos de los altavoces que han hecho que centenares de personas quieran conocer el bello lugar del que han visto fotos en Facebook. La página web Tripadvisor, portal líder sobre turismo a nivel internacional, coloca el enclave como el segundo lugar a visitar en A Pobra y uno de los más interesantes de la comarca. Los turistas, llegados de todos los puntos del globo, destacan en sus comentarios la belleza del paraje y el entorno mágico en el que prácticamente se detiene el tiempo.

El punto negativo, que señalan tanto los viajeros como los propios barbanzanos, es la mala señalización que existe para llegar a las propias piscinas, que en ciertos puntos es incluso inexistente. Después de una larga caminata por caminos angostos e irregulares, todo se soluciona cuando la pesada mochila se encuentra encima de una piedra y el agua, casi siempre templada, ya llega al cuello.

Los vehículos

Otro problema al que se enfrentan los usuarios de estas piscinas naturales es la obsesión de llegar a las pozas con el coche. Esto hace que el camino se complique para los viandantes, ya que tienen que pegarse a la maleza para esquivar a los vehículos, en una zona que es más irregular y donde se pueden sufrir esguinces con facilidad. En muchos casos, al quedarse sin lugar en el que aparcar, los conductores deben dar marcha atrás, cruzándose con otros vehículos y creando caravanas que, debido al poco espacio, tardan minutos en desbloquearse.

Recomendaciones: Disfrutarlas siempre en compañía y con la máxima precaución

Los profesionales de los cuerpos de seguridad aportan varios consejos a aquellas personas que quieran disfrutar de una jornada en las piscinas naturales del río Pedras.

Acompañados

Más de dos. La primera recomendación es la de acudir siempre en grupo. «Nunca sabes qué te puede pasar. Hay algunas piscinas que están muy recónditas y puede ser muy complicado encontrarte», apuntan desde el parque de bomberos de Boiro.

Buen calzado

Riesgo a resbalar. Llevar botas de montaña sería lo ideal, mientras que la chancleta de playa debería estar prohibida. La superficie resbaladiza de las piedras, muchas mojadas, es un problema sin el calzado adecuado.

Estudiar el entorno

La profundidad. Cada poza es diferente, por lo que hay que echarle un vistazo antes de lanzarse desde una altura importante. De no hacerlo se corre el riesgo de caer encima de una piedra y llevarse un golpe.