Las seis zonas de alta actividad incendiaria registran una media de 36 fuegos al año

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

La parroquia de Ribasieira se ha incorporado al listado de puntos negros identificados en Barbanza

01 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Como cada 1 de julio, hoy comienza la época de mayor peligro de incendios forestales en Galicia, una época especialmente complicada para la comarca, situada en su totalidad dentro de las definidas como zonas de alto riesgo. Así lo establece el plan de prevención y defensa contra el fuego (Pladiga) presentado por la Xunta esta misma semana, un completo documento que eleva a seis las parroquias de Barbanza con alta actividad incendiaria. Esta clasificación no se hace a ojo de buen cubero, sino que se tiene en cuenta el resultado de las campañas precedentes, y, sobre todo el año pasado, el territorio barbanzano no ha salido bien parado. En esos seis puntos negros de la geografía de la zona se registran un media de 36 incendios al año.

Según los datos en los que se ha basado la Consellería de Medio Rural para incluir a seis parroquias de la comarca entre las de mayor actividad incendiaria, en los últimos cinco años se han registrado nada menos que 178 fuegos forestales. Cinco de los seis territorios que aparecen en ese listado ya lo estaban en el 2016: Santa Baia (Boiro), Tállara (Lousame) y Santa Uxía, Carreira y Palmeira (Ribeira). A ellas se ha sumado en la última actualización del documento la parroquia sonense de Ribasieira.

Los criterios

Para aparecer entre los lugares de alta actividad incendiaria se tienen en cuenta dos criterios: que durante el último lustro se hayan registrado una media anual de siete focos -apartado en el que entran las cinco zonas que ya figuraban en el Pladiga del año pasado-, o bien que hayan sufrido dos o más incendios con más de 200 hectáreas afectadas en los diez últimos años. Este es el que se aplica a Ribasieira, donde en una década han acabado calcinadas 1.169 hectáreas, la mitad del total quemado en las seis parroquias durante ese período (2.251).

Con estos datos, el distrito forestal cuarto, al que pertenecen la mayoría de los municipios barbanzanos, tiene el dudoso honor de ser el segundo de Galicia con mayor número de zonas de alta actividad incendiaria, solo superado por el catorce, en Ourense.

Aparecer en esa catalogación tiene unas consecuencias prácticas, y en esas parroquias se aplican medidas extraordinarias de prevención de incendios y de protección de los montes, con un seguimiento exhaustivo de cualquier actividad incluida en el territorio y una intensificación de las acciones de vigilancia sobre el terreno.