La licitación de obras acumula hasta un año de retraso en varios concellos

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

matalobos

Las contrataciones que más demora experimentan son las de los planes de la Diputación

28 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Multiplicidad de factores, como las garantías legales que deben cumplirse a la hora de contratar una obra; la necesidad, en muchos casos, de contar con autorizaciones de otras Administraciones; el número de empresas que concurran a la convocatoria; el procedimiento elegido, contratación o negociado, y el personal disponible en los concellos motivan que, en no pocas ocasiones, adjudicar una actuación se convierta en un largo proceso burocrático que puede prolongarse meses. La situación llega a tal extremo que, en varios ayuntamientos de la comarca, la licitación de proyectos acumula hasta un año de retraso. En algunos, como es el caso de Muros, la demora es todavía mayor. En este municipio están desarrollándose ahora mejoras que corresponden al Plan de Cooperación provincial del 2015.

El regidor noiés, Santiago Freire, señala que cuando comienza un proceso, las Administraciones locales nunca saben a lo que van a enfrentarse: «O que ás veces consideras que vai ser un trámite de dúas sesións da mesa de contratación, ao final acaban sendo cinco ou seis reunións».

Explica el mandatario que, una vez satisfechos los requisitos previos y abiertos los sobres con las ofertas técnicas y económicas que formulan las empresas, puede suceder que se detecte alguna incidencia en la documentación, con lo que hay que proporcionarle a la compañía la posibilidad de que la subsane o darle audiencia si la baja económica que propone es demasiado elevada, entre otras casuísticas que pueden registrarse.

Santiago Freire indica que varias de las obras para cuya ejecución han tenido que solicitar prórroga, ya que los plazos expiraban, están a la espera de que el Concello reciba informes sectoriales que dependen de otros organismos.

Caso excepcional

El alcalde ribeirense, Manuel Ruiz, afirmó en la sesión plenaria del lunes que es la primera vez en la historia de Ribeira que hay obras de los planes provinciales del anterior ejercicio todavía sin aprobar, concretamente cinco.

En la misma situación se encuentra el sonense Luis Oujo, quien asegura: «A maior parte das actuacións do programa da Deputación da Coruña do 2016 están sen contratar e o POS deste ano, ata mediados do 2018, nada».

La situación no es tan acusada en Rianxo, aunque el mandatario reconoce que sí hay todavía obras del pasado ejercicio que están en proceso y señala que las tramitaciones implican varios meses.

Lo cierto es que los proyectos que más retraso acumulan son los de la entidad provincial. En parte, esto viene motivado, comentan los regidores, porque el nivel de exigencia en el caso de la Diputación es mayor que el establecido en la normativa estatal. Por ejemplo, en el procedimiento negociado con las empresas, que implica ir siempre a una segunda vuelta para que las firmas participantes puedan ajustar sus ofertas económicas, el Estado tiene unos baremos mayores que los que establece el ente provincial. Esta circunstancia motiva que la tramitación se alargue todavía un poco más.

En la comarca barbanzana, los únicos concellos que no tienen planes de la Diputación pendientes de ejecutar de anteriores ejercicios son los de Lousame, a pesar de que, como apunta la alcaldesa, Teresa Villaverde, la secretaria solo acude al Concello un par de veces a la semana, Mazaricos y Boiro.

Una media de 20 o 30 empresas concurren a los procedimientos

 

El elevado volumen de empresas que concurren ahora a cualquiera de las obras públicas que se licitan es otro de los motivos que hacen que los procesos se dilaten en el tiempo. Según lo manifestado por los regidores de la comarca, la media de firmas que se presentan oscila entre las 20 de Porto do Son y las 30 de Ribeira. En este último concello, Manuel Ruiz comentó que han tenido varios concursos en los que se han presentado hasta ochenta compañías interesadas.

Cabe señalar que tanto en el proceso abierto como en el negociado, cada una de las empresas debe presentar tres sobres, cuyo análisis compete a la mesa de contratación, y que la apertura de cada uno de ellos requiere la convocatoria de los integrantes de la misma en distintas sesiones.

Para aligerar la carga de trabajo y que las resoluciones se hagan con mayor rapidez, el mandatario ribeirense pretende sacar paquetes de contrataciones más grandes, de forma que con un proceso puedan licitarse varias actuaciones al mismo tiempo.