«Este es un patrimonio de la humanidad no declarado»

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Entre los objetivos, dice, está buscar la fórmula para que el complejo genere riqueza y más puestos de trabajo

28 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

José Luis Torres Colomer llevaba un año en la alcaldía de Ribeira cuando se declaró parque natural al complejo dunar de Corrubedo y las lagunas de Carregal y Vixán. Ahora, el presidente de la junta consultiva del espacio protegido recuerda que vivió aquel momento como algo «ilusionante, y con responsabilidad». Habla de todas las negociaciones que se mantuvieron con vecinos, comuneros, asociaciones, empresarios, grupos políticos... «Al final nos pusimos todos de acuerdo y consideramos oportuno que era necesario preservar y conservar este patrimonio natural», indica.

-Acaban de poner en marcha varias iniciativas para incentivar las visitas al espacio natural, ¿es su puesta en valor todavía una asignatura pendiente?

-Desde un principio hubo ese reto de la puesta en valor del parque y de la promoción de su entorno. A parte de la protección de la naturaleza, también queríamos que el parque fuese un complemento económico en el aspecto turístico. Intentamos que la gente viniese y hubo iniciativas para crear pequeñas empresas. Aunque todo es mejorable, y se pueden hacer más cosas, yo creo que este espacio está puesto en valor y se ve en la afluencia de gente, que cada vez va aumentando más.

-¿Cuál considera que es el mayor logro de estos 25 años?

-Creo que el mayor logro fue, sobre todo, proteger el parque y convencer a la gente de que había que dar este paso, no solo por la riqueza medioambiental que tenemos, sino también por su valor económico para nuestro entorno.

-¿Qué retos siguen pendientes?

-Es cierto que tenemos un problema, como ya sabe todo el mundo, y son los jabalíes. Encontraron un refugio natural en el parque y salen a hacer sus fechorías con el disgusto de mucha gente, a la que se le están quitando las ganas de seguir cultivando. Al margen de eso, el reto del parque es seguir en esta línea de protección de la naturaleza y mentalizar a todos los vecinos de que es un bien para este municipio. Este es un patrimonio de la humanidad no declarado. Se habló, y yo apoyo esta idea, de comprar, cuando la economía mejore y haya dinero, los terrenos que todavía son privados a aquellos propietarios que voluntariamente quieran deshacerse de ellos para que pasen a ser públicos.

-Hablando de mentalizar a la gente, la importancia de proteger la duna no acaba de calar en el ciudadano de a pie, ¿qué más se puede hacer en este sentido?

-Independientemente del daño que hicieron las extracciones de arena que hubo en su momento, antes de declararse parque natural, o de que por naturaleza la duna esté bajando de altura y ensanchándose, creo que la gente puede venir y estar al pie de las dunas sin la necesidad de tirarse por ellas. Se pueden disfrutar igual y tocar la arena, pero no hay por qué subir a ellas y lanzarse a revolcones, ni mucho menos. La gente estaba acostumbrada a eso y que de repente se lo prohíban no es fácil de asumir.

-Está en proceso de redacción el ya famoso plan de uso y gestión, ¿qué objetivos se marca?

-Como indica el nombre, se busca establecer los usos dentro del parque que, como se viene haciendo y se podrá continuar, incluyen la agricultura tradicional en las propiedades privadas. Hay que llevar a cabo una gestión de vigilancia y control del espacio y buscar la fórmula, como hablábamos antes, para que el parque dé riqueza y para crear más puestos de trabajo de los que existen.

-¿Qué cambios se plantean?

-Hay un asunto pendiente muy importante, que por la cuestión económica no caló, que es el de sacar el campo de fútbol de Olveira y convertirlo en un aparcamiento, en el que la comunidad de montes podría incluso poner un servicio de cafetería y vender allí recuerdos y suvenires. Por otra parte, en este parque quedaron los núcleos rurales consolidados en los que se podía edificar, con cierta tipología de casa y determinados metros cuadrados de parcela, y ahí quedan algunas anomalías que hay que corregir.

-Todavía se está recuperando el parque del fuego forestal del último verano, ¿son los incendios su principal amenaza?

-Los incendios son una amenaza siempre. A veces, aunque tengas medios, es muy difícil pararlos y lo primero siempre es salvar las casas. Ahora lo que cabe es retirar la madera quemada y plantar las especies idóneas. En esa línea se está trabajando.

-¿Está la Administración implicada con este espacio natural?

-Plenamente, con este y con todos los que forman parte de la red de parques naturales de Galicia.