Hosteleros de Ribeira piden medidas para frenar la oleada de robos

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Un bar volvió a ser objetivo de los ladrones por tercera vez este año

26 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los hosteleros de Ribeira han puesto el grito en el cielo por la última oleada de robos. A pesar de que defienden a capa y espada el trabajo de los cuerpos de seguridad, entienden que son otros organismos los que tienen que dar un paso al frente para poner freno a este problema. «Cada mañá estamos a ver quen é o seguinte ao que lle toca. Hai que parar con isto, non podemos traballar con normalidade», apuntó un empresario de Ribeira, visiblemente cabreado.

Un transitado bar del Malecón ribeirense fue ayer el último objetivo. Se trata de un local que se ha convertido en un recurso fácil para los cacos. Por tercera vez este año, los ladrones volvieron al establecimiento. En esta ocasión solo pudieron hacerse con la recaudación de la tragaperras, que reventaron con un hacha que ni se molestaron en llevarse.

Los hechos sucedieron alrededor de las tres de la madrugada. Los cacos, que un mes antes ya habían entrado en el negocio, reventaron una de las ventanas con una piedra. Una vez dentro se dirigieron a la máquina tragaperras, aunque no fueron capaces de forzarla, ya que los propietarios han instalado un cinturón de seguridad. Fue ahí cuando, después de golpearla sin éxito, decidieron reventar la pantalla. «Xa é o terceiro roubo. Quixeron romper o mesmo cristal da última vez, pero puxemos un reforzado e foron a por outro. Estamos a inverter para isto», apuntó el propietario, quien explicó que hace un mes presentó los vídeos de las cámaras de seguridad ante la Policía Nacional. El hostelero aseguró que se acercará de nuevo a la comisaría para denunciar los hechos y que tiene grabaciones de esta última sustracción.

Intento frustrado

Un mesón de Carreira también fue objetivo, durante la madrugada de ayer, de los amigos de lo ajeno. Según parece, los cacos ataron unas cuerdas a unas rejas de seguridad que tiene el local. El objetivo no era otro que utilizar una furgoneta para arrancarlas de cuajo y entrar para llevarse todo aquello que encontrasen.

Sin embargo, los ladrones no lo lograron y tuvieron que escapar, ya que supuestamente los vecinos llamaron a las fuerzas de seguridad a tiempo.