Necesita una victoria contra el Cerceda en Barraña para ascender a Liga Nacional
por primera vez
26 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.
Un último aliento. Eso es lo que necesita el Boiro juvenil para alcanzar un hito histórico, el primer ascenso a Liga Nacional de un conjunto boirense. Después de una temporada para enmarcar, el bloque entrenado por Rubén López se enfrentará mañana, a partir de las 19.15 horas, al Cerceda en el campo de Barraña. Una victoria es la gesta necesaria para que los barbanzanos escriban su nombre en las imborrables páginas de la historia.
Después del varapalo de la última campaña, en la que el conjunto juvenil también estuvo cerca de subir de categoría, el objetivo para este curso no era otro que mantenerse. Los más veteranos del vestuario dieron el salto a la competición sénior, por lo que la hazaña que podrían escribir mañana era todavía mucho más improbable.
«O ascenso non era para nada o noso obxectivo, pero despois de chegar á metade do campionato vimos que tiñamos posibilidades de acadalo. Dende a humildade e o traballo estes rapaces fixeron unha tempada inmaculada. A este grupo ninguén lle regalou nada», apuntó el técnico Rubén López, que quita presión a sus chavales: «Non é fácil chegar ás últimas dúas xornadas disputando un ascenso. É moi bonito e temos que gozar deste proceso».
Una familia
Familia es la palabra que define a este bloque. «Cando sufre, sabe facelo xunto. Cando goza sobre o campo tamén o fai unido. Os rapaces saben que o valor dos éxitos sempre se atribúe a nivel colectivo, neste grupo non hai dous xogadores que levan todo o peso», apunta López, convencido de que «a humildade, non terse crido superior a ninguén e traballar dende o respecto foi o que nos levou a gañar partidos».
A pesar de contar con una plantilla corta, en la que las lesiones también hicieron mella, el Boiro juvenil dio el do de pecho cuando más lo necesitó, sobreponiéndose al bache que tuvo a principios de enero. Ponerle la guinda pasa por el campo de Barraña. Sobre si el cambio de terreno de juego afectará al equipo, López asegura que «é un aliciente máis. Alí conseguimos os últimos ascensos. É un ingrediente máis para pechar unha temporada que pode ser perfecta».
El club, volcado
Después de cerrar la salvación del conjunto sénior, el club se ha volcado con los juveniles. «Cremos que fixeron un labor espectacular, tanto os rapaces coma o corpo técnico. Se conseguen subir sería o premio ao traballo que se leva facendo nas diferentes categorías nos últimos anos», apuntó el director deportivo del club, Sito Pérez, quien quiso mostrar su confianza en el bloque: «Non temos dúbidas, darano todo. Teñen condicións e todo o ánimo por parte do club».
Por ello, tanto cuerpo técnico como directiva apelan al mismo sentimiento del duelo contra el Burgos que mantuvo al Boiro un año más en Segunda B. Si todos los vecinos reman juntos y Barraña es una caldera, el éxito está más que asegurado.
Solo el Aguiño jugó en la categoría
Hay que remontarse a la temporada 2008/2009 para encontrar un equipo juvenil barbanzano que lograse subir a Liga Nacional. Fue el Xuventú Aguiño, entrenado por Juanvi Cameán Parada y cuya estrella era el ribeirense y ahora jugador del Racing de Ferrol Adrián Armental. El extremo quiso enviar un mensaje de apoyo a los boiristas, a los que sigue muy de cerca: «Les deseo toda la suerte para conseguirlo. Han hecho una temporada magnífica y están a nada de conseguir un objetivo que no es nada fácil. Barbanza se merece tener un equipo en Liga Nacional». El excapitán del Boiro destacó la labor de Rubén López en el banquillo, además de pedir a los chavales que «solo se preocupen de disfrutar el partido».