Siete kilómetros con vistas al mar a los que les falta señalización

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro BOIRO / LA VOZ

BARBANZA

carmela queijeiro

Ni siquiera muchos de los vecinos conocen el recorrido que une las playas con bandera azul del municipio, un recurso por explotar

25 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque hace ya tres años que Boiro figura en la red de senderos azules con un recorrido con vistas al mar de algo más de siete kilómetros, todavía hay muchos vecinos que no saben de su existencia, a pesar de que pasan a diario por alguno de sus tramos. El itinerario sale de Cabo de Cruz y transita por cuatro de las seis playas reconocidas en el municipio con una bandera azul por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumo (Adeac). Su mayor inconveniente, es la falta de señalización en el camino. La llegó a haber, en su día, pero muchas de las placas acabaron cayéndose y para el que realiza por primera vez el trayecto no resulta fácil adivinar por dónde seguir, especialmente si no conoce la zona.

El inicio del sendero, que parte de Cabo de Cruz, es el que mejor señalado se encuentra. De hecho, junto a la Casa del Mar hay un cartel informativo que indica el itinerario. Comienza con vistas de la ría de Arousa y la sierra de fondo en la zona portuaria, en el que destacan elementos patrimoniales como el Castro de O Achadizo, el Peirao Vello y el Hórreo dos Carrero. El paseo continúa por la playa de A Ribeira Grande. «No verán pasa por aquí moita xente de fóra, pero non porque sexa o sendeiro azul senón porque lles cadra de paso», indica un vecino de la zona, quien reconoce que nunca antes había oído hablar de este camino, a pesar de que transcurre frente a su casa.

Actuación en curso

De aquí al verano, está previsto que la brigada de obras lleve a cabo la reposición de la señalización que se fue desprendiendo y se ocupará también de darle un último lavado de cara al sendero, al tiempo que se va ya avanzando en la limpieza de las playas, que se inició hace unas semanas en Mañóns.

De la colorista fachada marítima de A Ribeira Grande, el caminante se adentra en el núcleo marinero de Banda O Río, pasando luego por Punta Piñeirón, con sus formaciones de granito, características de la zona, que conducen hasta la playa de Carragueiros, un arenal que destaca por el ecosistema de su humedal, en donde anidan aves en peligro de extinción. El itinerario sigue a través de una pasarela de madera, en donde empieza a evidenciarse el deterioro con algún desnivel, la cual conduce hasta la playa de A Retorta, en donde se puede ver el aprovechamiento de la laguna salada.

El último tramo es el más complicado de adivinar y es el que lleva a Punta del Chazo y al último arenal con bandera azul, A Ladeira do Chazo, cuyo entorno es probablemente el que se encuentra más descuidado, sin una sola papelera, pero con sombra, algo que seguramente agradezcan aquellos que decidan seguir y volver hasta el punto de partida a través de los campos de cultivo y viñedos por Carragueiros y Pesqueira.