Significado de María

juan ordóñez buela DESDE FUERA

BARBANZA

20 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

E stamos en mayo, en el mes que tradicionalmente la veneración cristiana ha dedicado a rendir culto a María, virgen y madre. Con pruebas bíblicas, hay tres verdades dogmáticas que constituyen lo fundamental del significado de María en la historia de la salvación. En el año 431, el Concilio de Éfeso declara que María es madre de Dios en cuanto a la naturaleza humana de Cristo. El 8 de diciembre de 1854, Pío IX declara dogma de la fe la concepción inmaculada de María. El 1 de noviembre de 1950, Pío XII declara dogma de fe que María fue llevada al cielo en cuerpo y alma. A esto hay que añadir su virginidad, su condición de corredentora, medianera de todas las gracias y madre de la iglesia, declaración de Pablo VI.

Cada una de las tres declaraciones, distantes en el tiempo, se deriva de la anterior. Las dos primeras tienen bases bíblicas en los Testamentos. La última, la asunción de María, fue consecuencia del pueblo católico consultado, que admitió esta verdad por tradición y sentido de la fe. El Nuevo Testamento nos dice muy poco de ella: narra el nacimiento de Cristo por obra del Espíritu Santo, asiste a su primer milagro y es testigo de la fundación de la iglesia de Pentecostés.

Evidentemente que María es modelo siempre y para todos en sus diferentes estados de vida: como joven esposa, madre y viuda. Ella es la mujer del silencio, de la fe y, sobre todo, de la humildad. La que acepta la palabra de Dios y la que no se inmiscuye en el programa de su hijo. Modelo de entrega en la virginidad fecunda y limpia, y también en la pobreza.

La piedad cristiana ha puesto el acento en la grandeza de María. La afectividad que crean mil advocaciones la ha convertido, en algunas épocas, en casi una diosa. Hoy nos parece que la devoción a María es cosa de niños y de viejas, y pocas veces hablamos de ella, cuando tiene un especial protagonismo dentro de la humildad y de la iglesia. No se trata de resucitar novenas, lo importante es colocar a María en el sitio que le corresponde.