A bordo de un Ferrari de campo

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. Alvite MAZARICOS / CORRESPONSAL

BARBANZA

ALVITE

Estos vehículos pueden alcanzar los 60 kilómetros por hora en carretera y desarrollan más de 300 caballos

09 may 2017 . Actualizado a las 17:34 h.

¿Se imagina conduciendo un enorme tractor con una sola mano, como si manejase el ratón del ordenador o el mando de una videoconsola? Todo ello, por supuesto, con una temperatura ambiente de 19 grados, escuchando tranquilamente la radio en una cómoda y ergonómica butaca.

Lo que, en principio, puede parecer ciencia ficción no solo ya es técnicamente posible, sino que incluso puede verse estos días por la fincas barbanzanas en plena campaña de recogida de la hierba para ensilar o de siembra del maíz. Es el caso de los tractores Fendt que, aunque no resulta la marca más conocida, sí tiene la fama de ser la más cara. De hecho, los entendidos apuntan que, a potencias iguales, estos vehículos acostumbran a ser entre un 20 % y un 40 % más costosos que los de otras firmas.

Hasta 300.000 euros

Su novedosa tecnología, la comodidad de conducción y un consumo moderado de combustible parecen ser los principales motivos que justifican que estos impresionantes mastodontes alemanes estén considerados como los Ferrari de los tractores. Eso y el precio, ya que, dependiendo del modelo, puede oscilar entre los 100.000 y los 300.000 euros. Cifras que, si bien resultan prohibitivas para la mayoría de los mortales, no impiden que, cada vez, se vea más maquinaria de este tipo por los campos de la comarca. Especialmente entre las empresas de servicios agrícolas que tienen la firma germana como su marca de referencia.

«Son os mellores con moita diferenza. Nótase en todo. Principalmente no que se refire á súa transmisión hidrostática, que fai que o tractor aproveite moito mellor a potencia do motor. O único malo que ten é o prezo», comenta Vicente Otero, que sabe bien de lo que habla. No en vano, dispone de cuatro modelos distintos de Fendt. El mayor de ellos, el 936, era hasta hace poco el que contaba con más potencia ­-360 caballos- de cuantos la marca vendía en España. Su precio rondaba los 200.000 euros. «Evidentemente, se non estivese contento con eles non tería catro. Son moi caros pero dan bastante máis rendemento que outros máis baratos», explica.

De idéntica opinión es el responsable de la brigada de obras de Mazaricos que también cuenta, entre su parque móvil, con uno de estos novedosos vehículos, destinado al desbroce de pistas. «O noso é un dos modelos máis pequenos pero, de momento, non dou nin o máis mínimo problema, e iso que xa ten máis de cinco anos», reconoce este profesional.

Todo lujo de detalles

Ideados para soportar grandes cargas de trabajo, el interior de la cabina de estos tractores se parece mucho al de un coche de lujo. El asiento se adapta de forma automática al peso y altura del conductor, la temperatura se ajusta con solo un botón y hasta es posible disponer de GPS y cámaras exteriores que permiten controlar lo que pasa a través de una pantalla. En realidad todo se maneja con un dispositivo digital multifunción, en el cual se encuentran los ajustes que necesita la máquina en función del trabajo que vaya a realizar y que permite hacer acciones tan sorprendentes como que las ruedas se hinchen o desinflen.

Posibilidades impensables hasta hace tan solo unos años que se unen a su gran potencia y a su velocidad en carretera -puede superar los 60 kilómetros por hora- un aliciente más para que los tractores Fendt se conviertan en el objeto de deseo de la mayoría de agricultores. De momento son pocos en la zona, sobre una decena de entre los más de 2.000 tractores matriculados, aunque se espera que su número crezca debido a la aparición de los primeros modelos en los mercados de segunda mano de países como Francia o Alemania. «Prefiro un destes usado que algún novo doutras marcas», apunta un ganadero mazaricano que dispone de uno de estos Ferraris agrícolas.