Las reservas estivales anticipan un buen verano para el sector hostelero

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Agosto es el mes más solicitado por quienes planean pasar sus vacaciones en Barbanza

30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El verano queda aún muy lejos, y, para la mayoría, las gélidas temperaturas de las últimas jornadas han alejado más todavía la idea de pisar la playa. Pero también hay quien tiene muy presentes sus vacaciones estivales, como evidencia el hecho de que los establecimientos hosteleros del área barbanzana ya están recibiendo numerosas reservas para los próximos meses. Esta situación, unida a que la Semana Santa cumplió las expectativas del sector en cuanto a ocupación, permite a los responsables de los negocios radicados en la zona afrontar con cierto optimismo la temporada.

Las madrugadoras reservas para el verano anticipan una buena campaña para el sector que vendría a confirmar los resultados del año pasado. De hecho, desde algún establecimiento señalaban que a estas alturas están cubiertas ya el 50 % de las plazas disponibles.

Mayor demanda

En otros negocios la ocupación no es tan elevada por ahora, pero también se están concretando reservas con la mirada puesta en el estío, sobre todo durante el mes de agosto, el más demandado por quienes visitan la comarca en verano y no quieren arriesgarse a quedar sin un lugar donde dormir. Desde un local de Boiro explicaban que las primeras llamadas para asegurarse un hueco en la temporada estival llegaron entre diciembre y enero: «O máis demandado é a primeira quincena de agosto. A xente sabe que son datas complicadas e que pode quedar sen sitio».

En Noia también hay reservas para la primera quincena de agosto, y, por supuesto, para la Feira Medieval, un fin de semana en el que «sabemos que vamos a estar llenos». Por su parte, en un hotel de Ribeira señalaban que a estas alturas esperan ya una buena ocupación del 15 de julio al 15 de agosto.

Este panorama se da en un contexto de creciente competencia y en el que existen multitud de posibilidades de alojamiento para quienes visitan la comarca, por eso cada vez más los empresarios del sector apuestan por incorporar nuevos servicios a sus negocios con el claro objetivo de atraer clientes: «Hoxe en día hai que ofrecer algo máis que aloxamentos, hai que ofrecer máis alternativas de ocio», señalaba el responsable de un cámping.

En esta misma idea incidía el presidente de la Asociación Turística Ría de Muros-Noia, Manuel Lema, responsable de varios negocios de turismo rural en la zona de Outes: «Somos moi poucos os que podemos ofrecer un servizo profesional e de calidade dentro das cifras de oferta turística». Aludía también a los grandes portales para la reserva de alojamiento, señalando la situación de alegalidad que se da porque «calquera pode poñer o seu piso en Internet aínda que non se dedique á hostalería. Nós ofrecemos calidade e servizos, e a xente que busca iso ten que reservar agora se quere ter sitio».

Mirando al cielo

Los hosteleros, de Galicia en general y de Barbanza en particular, se pasan la vida esperando que las condiciones meteorológicas sean las propicias en los períodos en los que se prevé una mayor afluencia de visitantes, como puentes y festivos o la temporada estival. Decía un profesional del sector que la clave de su supervivencia es desestacionalizar el turismo, pero, de momento, todos siguen mirando al cielo.

La ocupación en la comarca durante el puente del Primero de Mayo ronda el 60 %

La diversidad de establecimientos hosteleros con los que cuenta la comarca complica dar una cifra certera sobre la ocupación durante este puente del Primeiro de Mayo porque las cifras oscilan tanto de unos negocios a otros como la variedad de la oferta existente. Con todo, los datos recogidos de diferentes empresarios del sector apuntan a que las reservas para estos días rondan el 60 %.

La cifra es una media, de manera que este fin de semana hay establecimientos que alcanzan o rozan el lleno, y otros en los que la ocupación apenas llega al 50 % de las habitaciones disponibles. Por ejemplo, sin salir de Noia, hay negocios en los que el jueves apenas quedaban un par de habitaciones libres que los responsables del hotel esperaban cubrir a última hora con huéspedes de paso, mientras que en otro la situación era mucho menos favorable y calculaban que ocuparían en torno al 45 % del espacio disponible.

En otro hotel de A Pobra las reservas no llegaban al 30 %, e incluso se registraron cancelaciones de última hora a lo largo de la semana. Este hecho tiene mucho que ver con las desfavorables previsiones meteorológicas, que, pese al esfuerzo que realizan los responsables de los negocios de hostelería por incorporar nuevos servicios a su oferta para atraer visitantes, sigue siendo determinante para lograr una ocupación elevada.

La situación en Boiro es similar, depende de a quien se pregunte, pero en varios negocios de turismo rural esperaban superar el 80 % de ocupación con las entradas de última hora.