La desaparición de un pontevedrés al que se vincula con Pelopincho lleva al banquillo a cuatro narcos

Alfredo López Penide
l. Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

BARBANZA

La investigación acaba de dar un giro de 180 grados

28 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La investigación de la desaparición, hace siete años, del pontevedrés José Bernardo Villaverde Amil, a quien se vincula con el narcotraficante también desaparecido José Antonio Pouso Rivas, Pelopincho, acaba de dar un giro de 180 grados. La Fiscalía de Pontevedra sentará en el banquillo de los acusados de la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra a cuatro personas a las que imputa un delito de detención ilegal agravado por el hecho de no haber dado cuenta del paradero de Villaverde Amil en todo este tiempo, cargo por el que se solicita una pena de diez años de prisión.

Hasta ahora lo único que se sabía es que la compañera del pontevedrés denunció que el 19 de noviembre del 2010, dos individuos se presentaron en su domicilio de Monte Porreiro buscando al padre de su hijo. Los tres, junto con Pelopincho, se subieron al coche de José Bernardo, vehículo que apareció calcinado en Brión.

Dos horas después de salir de casa, este último se puso en contacto con su mujer manteniendo una breve conversación en la cual le comunicó que «llegará por la tarde». Fue la última vez que se tuvo noticias del pontevedrés y de Pelopincho, a quien el fiscal no se refiere.

En todo caso, considera que existen pruebas suficientes para vincular a Manuel Sineiro Fernández, Machucho; Fernando Suárez Suárez, El Pirata; Juan Manuel Fabeiro Torres; y un cuarto individuo en esta desaparición. De hecho, dice que, 24 horas antes de producirse este hecho, los cuatro se reunieron en las proximidades de un hotel de Santiago para ultimar detalles y realizar los preparativos necesarios para llevar a cabo el rapto de Villaverde Amil.

En el domicilio

Relata que, aquel 19 de noviembre, se desplazaron hasta su domicilio, coincidiendo con este en el momento en el que regresaba a casa acompañado de su mujer. Cuando se disponían a guardar el coche en el garaje, Sineiro Fernández se aproximó al pontevedrés y ambos conversaron.

El fiscal resalta que el acusado «era una persona conocida [por Villaverde Amil] y con la que mantenía trato», de tal modo que, «confiado en tal vínculo y sin conocer sus verdaderas intenciones», el pontevedrés no habría dudado en compartir coche. Manuel Sineiro, Fernando Suárez y Juan Manuel Fabeiro Torres ya fueron arrestados a principios de marzo del 2012 en el marco de una investigación que trataba de esclarecer qué había ocurrido con Pelopincho. Sin embargo, las pesquisas no avanzaron al cabo de unos meses y el caso tuvo que ser archivado.