Al frente de un torneo cargado de potencial, el ribeirense confiesa que el apoyo privado y la difusión son el futuro
15 abr 2017 . Actualizado a las 12:24 h.Jonatan Fernández Ouviña (Ribeira, 1991) nunca llegó a pensar que acabaría inmerso en el mundo del remo. Fue después de licenciarse en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte cuando vio como el agua salada entraba en su vida. Se convirtió en el enlace entre los clubes de remo, en el gestor de una Liga Galega de Traiñeiras (LGT) que sigue creciendo a pasos agigantados. En la temporada 2017 alcanzarán un nuevo récord participación, pero todavía quieren más. Conseguir el éxito pasa por seguir luchando.
-Debuta en solitario al frente de la LGT, ¿cómo lo afronta?
-Llegué hace tres años y a raíz de la experiencia que fui acumulando me ofrecieron ser gestor de la competición. Decidí dar el paso y me puse al frente. Los primeros años fueron duros, llevas golpes. El remo es un mundo que hay que conocer. Ahora estoy más rodado, es más fácil, aunque está la contrapartida de que todo el peso cae sobre ti.
-¿Qué papel ejerce Barbanza en este mundo?
-El remo vive un momento dulce. Barbanza fue, está siendo y será una de las zonas más fuertes. Cabo da Cruz es un espejo en el que muchos se miran. Trabajan la cantera y tienen a mucha gente que altruistamente dedica cientos de horas a este deporte. Está Puebla, que tiene un futuro prometedor. Rianxo, que dio el salto a la liga A, y también Náutico de Ribeira, que hace un trabajo de base importante. No me quiero olvidar de Noia, que apuesta por las categorías inferiores, o Muros y Esteirana, que este año sacarán la trainera de nuevo.
-¿Hay futuro en un mundo dominado por el fútbol?
-Creo que la diversidad deportiva va a más. Quizás esto vaya en detrimento de una disciplina tradicional como el remo. Sin embargo, sigue teniendo tirón. La gente que lo practica se engancha. Es un deporte amateur, pero muy sacrificado, en el que entrenan como profesionales. Además, los valores están ahí: compañerismo, compenetración, cohesión grupal. Es algo que el fútbol y otros deportes no tienen.
-Presidentes de varios clubes reconocían que el relevo está complicado. ¿Cómo lo ve?
-Es cierto, pero es algo que también veo en el ciclismo o en el fútbol. Cuesta mucho ponerse al frente de algo y también hay mucha gente que empieza y a los dos años tira la toalla. Debemos pelear para despertar el interés de las nuevas generaciones.
-¿Qué objetivo se marcan con la LGT para este año?
-Desde que yo estoy trabajando intentamos encontrar más apoyos privados, dejar de depender totalmente de la Xunta. Queremos seguir el referente de la ACT, que goza de un apoyo privado que cubre casi todo el presupuesto. La segunda meta es la de lograr mayor difusión, es importantísimo que las regatas se retransmitan por televisión.
-¿Cuál es la mayor fortaleza que tiene el remo?
-En Galicia es el único deporte que es autóctono, tradicional y federado. Es algo por lo que hay que apostar. Perderlo sería dejar atrás una seña de identidad de tu población. En el País Vasco y en Cantabria lo tienen muy mamado. Aquí tenemos que trabajar para que vaya a más.
-¿Ve signos de mejoría?
-Sí, desde que estoy en este mundo ya hemos batido el récord de participación dos años. Hay más remeros, más regatas y más clubes. En este momento hay 19 bancadas masculinas y entre cinco y seis femeninas. Es un paso importantísimo.
-¿Por dónde pasa el futuro?
-La idea es seguir con este proyecto. No es algo a corto plazo. Debemos buscar patrocinadores y mayor difusión. Los resultados se verán a medio-largo plazo, pero estamos en un bum.
-¿A qué achaca esa explosión?
-Creo que viene del buen hacer de los últimos años. Es un deporte muy duro, pero los remeros ven que la liga los ampara. Los clubes se animan porque consideran que la competición es más atractiva día a día.