Cae la población de extranjeros en la zona por tercer año consecutivo

BARBANZA

carmela queijeiro

Hace un lustro había medio millar de inmigrantes más que ahora en Barbanza

13 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia era, hasta hace poco, una comunidad que crecía de la mano de la inmigración. Sin embargo, este balón de oxígeno que contribuía a frenar la sangría demográfica y el envejecimiento progresivo de la población lleva unos años desinflándose. Esta tendencia no ha encontrado una excepción en el área barbanzana, en donde el número de extranjeros ha vuelto a caer por tercer año consecutivo.

Actualmente, viven en la zona de Barbanza algo más de 2.200 personas nacidas en otros países, medio millar menos que hace cinco años, lo que supone que prácticamente uno de cada seis extranjeros han decidido hacer las maletas y volver a su patria o irse a otro lugar en el que han encontrado mayores perspectivas de futuro.

Hasta ahora, el trabajo en el mar, explican desde las distintas instituciones responsables de la acogida de extranjeros, había sido un empleo en el que encontraban ocupación gran parte de los inmigrantes que llegaban a la zona desde África y Sudamérica, pero la crisis que atravesó el sector pesquero en los últimos años acabó con ese flujo creciente de mano de obra.

Reagrupaciones familiares

«Nos encontramos con que ya no llegan tantos hombres buscando un empleo con el que poder sacar adelante a los suyos, porque el trabajo está como está. En este último año lo que ha habido son muchas reagrupaciones familiares», subraya una de las personas responsables de su reinserción social en Ribeira. «Son hombres, generalmente marineros de Perú, Senegal u otros países, que llevan ya varios años viviendo en la zona, algunos llegaron hace ya 13 años, por lo que han conseguido regularizar su situación y cierta estabilidad económica, con un trabajo y una nómica fija, lo que les permite traer a sus esposas e hijos», añaden.

El reto, indican, está ahora en la reinserción de esas mujeres y niños: «Al igual que la inserción laboral en el sector marítimo es difícil en este momento para los hombres, también lo es para ellas. El principal obstáculo es el idioma, porque muchas no saben ni una palabra cuando vienen, por lo que suelen encontrar sus primeros empleos en el servicio doméstico».

La formación y orientación, en aras de facilitar su acceso a una fuente de ingresos, es un pilar sobre el que trabajan numerosas organizaciones y entidades, como las fundaciones Amigos de Galicia, Humanismo y Democracia, Cáritas y la Cruz Roja, o desde los distintos departamentos de Servizos Sociais. Por otra parte, a diferencia de lo que sucedía hace unos años, ahora los inmigrantes y refugiados disponen de clases gratuitas de alfabetización de lectoescritura financiadas por la Consellería de Educación, aunque no se ofrecen en todos los municipios ni son un recurso ante el que se sienten atraídos muchos de ellos.

En Ribeira residen casi la mitad de las personas llegadas de otros países, la mayoría africanos

En el municipio ribeirense residen 1.059 de los 2.224 extranjeros que hay en la zona, es decir, el 48 % del total, la mayoría de África. No obstante, los inmigrantes del continente americano forman el grupo más numeroso a nivel comarcal (con 835 personas), seguidos por el europeo (610), el africano (593) y el asiático (147).

Atendiendo al país de procedencia, los inmigrantes marroquíes son los que tienen una mayor presencia. Hay cerca de 360 y el 93 % de ellos se encuentran afincados en la capital barbanzana, en donde también hay una importante presencia de peruanos (93), portugueses (79) y chilenos (76).

En Boiro, predominan los extranjeros de origen rumano, así como chilenos y brasileños. La república de la samba también tiene presencia entre la población mazaricana y outiense. En Noia, el colectivo senegalés es mayoritario; en A Pobra, el rumano; en Porto do Son, el marroquí; y en Rianxo, el portugués y el rumano.