La comarca suma siete mayores de 64 por cada niño menor de 5 años

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

A pesar del envejecimiento de la población, Barbanza mejora las cifras de urbes como Ferrol

28 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un informe de la UE coloca a las siete grandes ciudades de Galicia en el vagón de cola de las urbes europeas en población infantil, un hecho que pinta bastante negro el futuro demográfico de la comunidad y que es todavía más oscuro si se analizan los datos a nivel comarcal. No en vano, en el conjunto de los municipios del área barbanzana hay siete personas con 65 años o más por cada niño menor de 5.

Esto, unido al hecho de que desde el 2010 mueren más vecinos de los que vienen al mundo en todos los ayuntamientos de la zona, constata que la tendencia al envejecimiento de la población seguirá acentuándose. En cuanto a las cifras absolutas, en Barbanza hay un total de 3.962 pequeños de entre 0 y 4 cuatro años, lo que supone un 3,36 % de la población total. Este porcentaje, sin embargo, no puede aplicarse de forma proporcional a los once municipios, de manera que en la mitad de ellos la proporción es superior. Y no solo eso, el dato incluso supera al registrado en una de las siete grandes ciudades, Ferrol (3,30 %).

De los términos barbanzanos, el que sobresale en el ránking es Ribeira, que, con un 4,16 % de menores de 5 años (un total de 1.136) supera también a Ourense, e incluso a Bilbao, en población infantil y se sitúa en la estela de A Coruña. En el lado opuesto de la balanza se encuentra el municipio de Muros, que cuenta con menos de un centenar de niños de 0 a 4 años, el 1,10 % de los habitantes totales.

Un tercio

La situación se invierte cuando se analizan los datos de la población de 65 o más años, unas cifras en las que la comarca se sitúa por encima de las principales ciudades gallegas. Aunque también en este apartado hay municipios que mejoran el porcentaje de Ferrol. No en vano, son seis los términos barbanzanos -Porto do Son, Rianxo, Noia, A Pobra, Boiro y Ribeira- que presentan una proporción de vecinos en edad de jubilación inferior al 25,75 % que registra la ciudad departamental. Más preocupantes son las estadísticas en lo que respecta a los ayuntamientos de Carnota, Outes y Mazaricos, donde más de un tercio de la población ha superado ya los 64 años.

Por su parte, Ribeira vuelve a destacar, en este caso por tener la proporción de población mayor más baja de la comarca barbanzana, 19,93 %, un porcentaje que mejora al de cinco de las siete ciudades gallegas y solo está por encima del de Santiago y Pontevedra.

El geriátrico para todo el área no entra en los planes del ejecutivo gallego a corto plazo

Hace menos de una semana, el Gobierno autonómico anunciaba un plan para mejorar la atención a las personas mayores que incluye la construcción de siete residencias de mayores en las siete grandes ciudades gallegas, un proyecto enorme que se propone crear novecientas plazas y que tiene como horizonte para su ejecución el 2020. Sin embargo, en los planes de la Administración gallega no entra, al menos de momento, la dotación de un servicio de esas características en el área barbanzana.

Además del envejecimiento, hay distintos argumentos que justificarían la creación de un nuevo geriátrico en la zona. Para empezar, se trata de una demanda que viene de antiguo, y no se han creado nuevas residencias de mayores públicas desde que se estrenaran las instalaciones noiesas en el año 2005, a pesar de que la zona no cumple, ni de lejos, la media de plazas por habitante que recomienda el Ministerio de Sanidad.

Batalla perdida

De hecho, para alcanzar esa cifra, sería necesario contar en la zona con espacio para atender a 152 personas más que las que tienen cabida en los tres recintos públicos que hay en Ribeira, A Pobra y Noia.

Durante mucho tiempo, desde Boiro se guerreó para conseguir que se construyese en el municipio una residencia de mayores de ámbito comarcal. Sin embargo, en los últimos tiempos parece que la batalla se ha dado por perdida y, de hecho, una de las últimas ocasiones en las que se habló del asunto fue en una visita que la entonces conselleira de Benestar, Beatriz Mato, realizó a Boiro en el 2012 y durante la que explicó que el geriátrico boirense tendría que esperar.