El undécimo Encontro consolida a la comarca como referente de la arqueología nacional

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Carmela Queijeiro

Durante la primera jornada del ciclo de conferencias que se celebra en Boiro se dio cuenta de los hallazgos en la sierra

26 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Este fin de semana, los barbanzanos tienen más motivos que nunca para sacar pecho y caminar con la cabeza bien erguida porque, un año más, todas las miradas se dirigen a la casa de cultura de Boiro, donde ayer comenzó el undécimo Encontro Arqueolóxico do Barbanza. La cita ha logrado consolidase y convertir a la comarca en un referente de la arqueología nacional.

Una buena muestra de la importancia de las jornadas organizadas por el centro de Neixón y el interés que suscitan se vio ayer por la mañana en el salón de actos de la casa de cultura de A Cachada, que desde primera hora estuvo abarrotado. Más de 300 personas asisten al ciclo de conferencias, y ese es un logro que destacaron las autoridades que participaron en el acto de apertura del Encontro, empezando por la concejala Helena Teixeira, que dijo que era alentador ver que la cifra de participantes no deja de crecer: «Temos a sensación de que estamos a facer grandes cousas». El delegado territorial de la Xunta, Ovidio Rodeiro, tampoco se perdió una cita «consolidada e considerada polos expertos un referente a nivel nacional e mesmo internacional no eido da arqueoloxía».

El profesor José Fernández Maneiro calificó de extraordinaria la afluencia de público, mientras que el catedrático Ramón Fábregas puso en valor el papel de la arqueología en general, y del Encontro boirense en particular, para aportar datos «non só sobre unha humanidade perdida, senón sobre nós mesmos».

Un diamante

El alcalde, Juan José Dieste, por su parte, aseguró que el Concello mantendrá su apuesta por las jornadas y las excavaciones: «Tenemos un diamante, está pulido, y ahora tenemos que cuidarlo».

Otra nota común en los discursos de todos ellos, a la que se sumó Roberto Pena, jefe del servicio de arqueología de la Dirección Xeral de Patrimonio, fue el aplauso al trabajo de Víctor Barbeito como coordinador «polo milagre de consolidar estes encontros coma un referente».

Luego llegó el momento de que hablaran los expertos. Para la jornada de ayer estaban previstas nueve ponencias, que comenzaron con la de la catedrática de la Universitat Pompeu Fabra María Eugenia Aubet Semmler, una de las más espectaculares, según destacó la organización.

Ya por la tarde, tocó analizar la única intervención realizada en la comarca incluida en el Encontro Arqueolóxico de este año. Carlos Rodríguez Rellán habló de las excavaciones en la sierra, donde se descubrieron dos yacimientos completamente inéditos. Uno de ellos es Coto do Espiño, de la época castrexa y totalmente desconocido, y el otro, Chan do Cerqueiro, del que avanzó algunos resultados de la investigación que se está realizando. Data de entre los años 2.700 y 2.200 antes de Cristo y en él se halló un enorme volumen de material, entre el que destaca la cantidad de puntas de flecha encontradas y otros restos que inducen a concluir que se fabricaban allí. Este hecho lleva a los expertos a pensar en la posibilidad de que estas piezas se utilizasen para su intercambio comercial con otras comunidades, una teoría que se ve reforzada por la aparición en las excavaciones de la cuenta de un collar de variscita que se cree que podría provenir de Zamora.