El objetivo es superar las 1.500 raciones que se repartieron en la última edición de la tradicional cita
25 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Días 4 y 5 de marzo • A Picota (Mazaricos) • El carnaval no ha hecho más que empezar, pero ya están en marcha los preparativos para las grandes citas que tendrán lugar en Barbanza el próximo fin de semana. Mazaricos, por ejemplo, ultima los preparativos de su fiesta gastronómica más autóctona, la de los bolos do pote. Una celebración que este año cumple su decimonovena edición y que, como viene siendo costumbre, seguro que atraerá a personas llegadas desde diferentes puntos de Galicia. De hecho, el año pasado se sirvieron más de 1.500 raciones y la localidad se vio pequeña para atender al aluvión de visitantes.
Aunque el día grande de la celebración será el domingo, ya el sábado podrá degustarse el producto en los diferentes locales hosteleros participantes, siempre y cuando se realice una reserva con anterioridad. Este año los restaurantes que participan en la exaltación del producto son O Verxel, Efe-Eme o Casa Jurjo además de Pizzería Vinculeiro, Café-Bar Alborada, Bar Asador Manduca y Taberna Casa Senra.
En todos ellos habrá un mismo menú al precio único de 15 euros que incluirá, además de los bolos preparados con el toque personal de cada cocinero, cocido con grelos, pan, vino, café y postres. Entre estos últimos no faltarán, a buen seguro, dulces típicos del carnaval como las orejas o filloas.
Degustación popular
Los que no puedan o no quieran quedarse a comer tendrán igualmente posibilidad de probar los bolos pues, como viene siendo costumbre, tendrá lugar una degustación gratuita en el Campo da Feira de A Picota, donde también podrá disfrutarse de todo el proceso de preparación de este plato imprescindible en las mesas de antaño. De poner en marcha ambas propuestas se encargarán, como vienen haciéndolo desde la primera edición, los miembros de la Asociación de Vecinos Montepicoto y de la Asociación de Amas de Casa de Mazaricos.
La preparación de los bolos do pote resulta aparentemente sencilla, aunque cada cocinero tiene su secreto para hacer este plato de lo más sabroso. La base para su elaboración es la harina de maíz mezclada con la de centeno, que proporciona al producto una mayor consistencia. Pueden emplearse trozos de panceta, chorizo o tocino, con los que se prepara un rustrido que llena de sabor el bolo. Una vez elaborada la masa, se compacta lo máximo posible, se le da su característica forma de bola y se introduce para su cocción en el caldo hirviendo. Tras este escaldamiento, se trocea y se sirve acompañado de chorizo, lacón, oreja o cualquier otro tipo de carne de cerdo.