Todas las ordenanzas antirruido de los concellos de Barbanza están obsoletas

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

Hay ayuntamientos que ni siquiera tienen una norma propia, y las que existen son anteriores a la ley aprobada en el 2015

19 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos ribeirenses tendrán aún en el recuerdo el ruido machacón procedente de un atunero atracado en el muelle el pasado mes de septiembre que les mantuvo en vela durante más de una semana. Entonces, el Concello tomó cartas en el asunto y llamó a una empresa especializada para que realizase las mediciones oportunas para saber si los niveles sonoros que emitía el barco en cuestión superaban los máximos que fija la norma. Hizo eso porque así lo establece la ordenanza municipal, un reglamento que, sin embargo, está obsoleto, igual que los de los demás ayuntamientos de la zona que cuentan con una normativa de este tipo.

De hecho, son minoría las entidades locales del área barbanzana que disponen de una ordenanza concreta para regular la contaminación acústica. La tienen los concellos de Noia, Boiro, Ribeira y Rianxo, mientras que Porto do Son aprobó en el 2012 una sobre protección de la convivencia ciudadana que, en una de sus disposiciones, recoge escuetamente unas directrices básicas sobre los ruidos relativos a obras domésticas, instrumentos y aparatos musicales.

En cuanto a las demás normas de carácter municipal, todas se aprobaron mucho antes que la ley de ámbito autonómico, que entró en vigor en agosto del 2015 y que da a los ayuntamientos el plazo máximo de un año desde su aprobación para contar con una ordenanza adaptada a la normativa estatal básica.

En lo que respecta a la comarca barbanzana, en los últimos años no se ha avanzado nada en este aspecto y el reglamento más reciente es el de Boiro, que vio la luz en el 2007, cuando la movida de los sábados por la noche estaba en auge y los conflictos entre quienes reclamaban su derecho al descanso y el sector hostelero con denuncias por el ruido eran constantes. Sin embargo, la situación ha cambiado mucho desde entonces y desde la propia Policía Local reconocen que hace varios años que no se realizan mediciones de los niveles acústicos por esta razón.

Aparatos obsoletos

De hecho, algunos concellos que disponen de sonómetros para realizar esas mediciones cuentan con sistemas obsoletos. Es el caso de Ribeira, con la salvedad de que el Concello tiene contratada a una empresa especializada que es la que se encarga de esa función en caso de denuncias. En cuanto al reglamento municipal, se aprobó una década antes que la normativa estatal, pero está previsto que próximamente se debata en pleno una nueva ordenanza adaptada a la ley gallega.

También en Rianxo, según explicó el alcalde, se valora la necesidad de actualizar el reglamento. Adolfo Muíños reconoció que existen algunos problemas puntuales con negocios comerciales que no tienen nada que ver con la hostelería. Y es que cuando se habla de contaminación acústica suele pensarse en los locales de ocio nocturno porque, por norma general, son los que más problemas generan, sin embargo, en el caso rianxeiro no es así.

Sí ocurre en la zona de la calle María Mariño de A Pobra, a donde la Policía Local debe acudir con frecuencia. Por su parte, en Noia, que cuenta con la norma más antigua de las que están en vigor en la comarca, no hay planes para actualizarla: «Pode haber situacións puntuais, pero non existe un problema de ruídos que requira un cambio da ordenanza», puntualizó el alcalde.