Pequeños paraísos inaccesibles

BARBANZA

17 feb 2017 . Actualizado a las 21:39 h.

Tener un paraíso natural al lado de casa y no poder disfrutarlo es una cruda realidad con la que se enfrentan, día a día, muchos barbanzanos. Bastaría una pequeña inversión, pírrica en la mayoría de los casos, para hacer unos accesos en condiciones a los arenales de la comarca, teniendo en cuenta que, además, son uno de los grandes potenciales turísticos de la zona. Y, sin embargo, la vieja escalera de piedra que se cae a pedazos, resbaladiza ?y habitualmente sin un pasamanos al que agarrarse? sigue estando a la orden del día, principalmente en las pequeñas playas que salpican el litoral.

En otros casos, la única vía de acceso es una maltrecha rampa de cemento de pendiente imposible para una silla de ruedas. Lo curioso es que, aunque son cada vez más los gobiernos locales que refrendan su compromiso con la ley de accesibilidad universal para avanzar en esta materia, al tiempo que se buscan fórmulas para un turismo accesible, nadie haya puesto los medios necesarios para contribuir a reducir el número de arenales que siguen sin estar adaptados.

El problema no solo afecta a las personas con movilidad reducida, para los que el abanico de posibilidades es ínfimo, sino también a las personas mayores que, conscientes de que la coordinación y la agilidad ya no es la de antes, han dejado de bajar a la playa en la que crecieron porque temen sufrir un traspiés y llevarse una mala caída.

Cuando el acceso se convierte en un deporte de riesgo para los mayores algo falla y mirar hacia otra parte no es una solución, por muchos años que se lleve haciendo, si lo que se busca es avanzar y plantar cara de forma definitiva a las barreras arquitectónicas o de cualquier otra índole.

Se trata, en todo caso, de llevar a cabo pequeños cambios por los que no se conseguirán más banderas azules que enarbolar de cara a la galería, pero sí una mejora real en la calidad de vida de los visitantes y de los propios vecinos, grandes y pequeños, porque lo que hoy no constituye un obstáculo el día de mañana puede llegar a serlo.