Los cortes eléctricos perduraron en la tercera jornada del temporal

a. parada / X. R. Alvite RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Las caídas de árboles y de tejados también fueron constantes

05 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El caos sembrado durante los días pasados por el temporal que asola Barbanza tampoco ha dado tregua ayer. A los múltiples derrumbamientos de árboles y caídas de tejas o fragmentos de cubiertas, hay que sumar la persistencia de fallos o cortes en el suministro eléctrico. Eso sí, esta vez de forma menos extendida por todo el territorio comarcal.

No obstante, son las zonas que más castigo habían recibido las que continuaron con esta problemática, como es el caso de Mazaricos que afectó a más de cuatro millares de vecinos. En el núcleo principal, pasaron hasta 18 horas ininterrumpidas sin luz, similar a lo acontecido en Pino de Val con quince horas a oscuras.

La falta de suministro eléctrico afectó a numerosas granjas, que tuvieron que recurrir a grupos electrógenos, alimentados por combustible, para poder ordeñar al ganado. Este hecho ha motivado que el alcalde de Mazaricos, Juan José Blanco, estudie presentar una reclamación conjunta de todo el municipio a la empresa de electricidad.

En Carnota, la situación no difería mucho, pues ayer se cumplió el tercer día consecutivo con cortes periódicos de energía, pero que llegó a dejar a oscuras a varias zonas durante más de doce horas. Al respecto del municipio ribeirense, algunas de sus parroquias volvieron a registrar pérdidas de luz de carácter intermitente, como ocurrió en Aguiño, Carreira o Corrubedo.

Repetición de daños

En lo referente a los desperfectos causados por las fuertes rachas de viento, el campo de fútbol noiés de San Lázaro sigue sumando daños, con nuevas roturas en la cubierta de los vestuarios y en la red de contención perimetral. También se vieron afectados varios edificios en Boiro, como en la calle Principal, del que se descolgó un cañería, o en Severo Ochoa del que estuvieron a punto de soltarse varias chapas metálicas. Ambas incidencias fueron solventadas por los bomberos boirenses.

También los bomberos ribeirenses fijaron un fragmento suelto de la cubierta del auditorio municipal y otro de un edificio particular en la calle Pedro Arias. La caída de árboles afectó a todos los municipios de la comarca, sobre todo en las zonas de ámbito rural, siendo el más afectado el de Boiro. En los dos últimos días, el servicio de emergencias municipal retiró hasta 80 ejemplares, entre ellos un olmo centenario en las inmediaciones del pazo de Goiáns.

Por otra parte, la formación de balsas de agua cortó la circulación en la entrada a Porto do Son, en Louro y en Muros; requiriendo la intervención de miembros de protección civil y del GES muradano, respectivamente.