Boiro, Ribeira, Carnota y Outes son los concellos que menos cobran por el IBI

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Mazaricos, Rianxo y Lousame tienen el gravamen más alto en la contribución urbana

05 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El popularmente conocido como impuesto de la contribución constituye una de las principales fuentes de financiación de los concellos, ya que, de media, se calcula que uno de cada tres euros del capítulo de ingresos proceden del pago del IBI. Las sucesivas modificaciones aprobadas por el Gobierno central lo han situado en el centro de los debates municipales y entre las principales preocupaciones de los contribuyentes, ya que a las continuas subidas se han unido las revisiones de oficio, en las que barbacoas, galpones y piscinas pasan a tributar. Para paliar los efectos de estas medidas, la mayoría de los ayuntamientos barbanzanos han decidido meter mano en el único aspecto sobre el que tienen competencias: el tipo impositivo que se aplica al valor catastral. Boiro, Ribeira, Carnota y Outes son los que menos cobran porque poseen el gravamen más bajo, el 0,4 %.

Por el contrario, Mazaricos tiene el tipo más elevado de IBI urbano en la comarca, el 0,6 %. A este municipio le siguen Rianxo, con el 0,57 %; Lousame, con el 0,55 % y Noia, con el 0,51 %.

Múltiples variables

Como explican los interventores municipales, en el recibo de la contribución inciden muchas variables: como el valor catastral de los inmuebles, -que, con carácter general, depende de la fecha de la última revisión y de la ubicación del bien-, los coeficientes reductores que se aplican en algunos casos, así como posibles exenciones y bonificaciones. A estos parámetros se suma el tipo impositivo.

En los últimos tiempos, con el fin de amortiguar las subidas en los recibos motivadas por cambios en las ponencias de valores o la inclusión de nuevos bienes fruto de las revisiones de oficio del Catastro, muchos ayuntamientos han rebajado el gravamen que aplican. El último en hacerlo fue el de A Pobra, donde la oposición forzó al ejecutivo para reducir el tipo del 0,49 % al 0,44. Sin embargo, no se aplicará hasta el 2018. Este año sí entrará en vigor la de Muros, que también por presiones de PSOE y PP pasó del 0,6 % al 0,5 %.

La última reforma fiscal de Montoro incluye una revisión catastral que, en este caso, beneficiará a los ciudadanos de Boiro. Serán los únicos de la comarca que verán reducidos los valores catastrales de sus inmuebles, a partir del 2018, para ajustarlos a la realidad actual del mercado. Sin embargo, como explican desde el área de Intervención municipal, los contribuyentes no percibirán, al menos por ahora, notablemente rebajado el importe de la factura. Esto se debe a que todavía se están aplicando las subidas escalonadas de la última inspección. El interventor explica que lo que sí notarán es que el importe a pagar se incrementa menos.

También el catastro de Rianxo fue objeto de una actualización hace unos dos años. Esto supuso que la valoración de los inmuebles aumentase un 10 % y hasta el 2022, explicó el alcalde, Adolfo Muíños, los recibos tendrán incrementos escalonados.

Con el propósito de mitigar el impacto en los bolsillos de los ciudadanos, el Concello viene aplicando sensibles descensos en el tipo impositivo. Hasta el año 2015 se situaba en el 0,60 % y para este ejercicio se ha fijado en el 0,57. Adolfo Muíños reconoce que «a recadación do IBI é fundamental para o mantemento dos servizos». Su afirmación es extrapolable a los restantes ayuntamientos de la comarca.