El mar y sus tradiciones son las fuentes de inspiración de este boirense con marca de mobiliario propia
15 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El mar, ese gran motor económico de Barbanza, es también fuente de inspiración de un buen número de profesionales de la zona vinculados al ámbito de la creatividad. Hay pintores que lo llevan a sus lienzos, escultores que lo trasladan a las figuras a las que dan forma y músicos que hacen con él una sonora melodía. El boirense Juan Ares ha querido dar un paso más, trasladando ese mar que baña el municipio boirense en el que reside al ámbito del diseño, tanto de espacios interiores como exteriores. Redes y cuerdas son las materias primas esenciales de la firma de mobiliario que ha creado y que ya se encuentra en los principales salones españoles del sector.
Mar y arte estuvieron siempre presentes en la vida del boirense. El primero, por la ubicación de su lugar de nacimiento, en plena ría de Arousa, y el segundo, por pura vocación. Aunque Juan Ares cursó los estudios de Graduado Social, reconoce que siempre le tiró el ámbito creativo: «Xa con 15 anos era afeccionado á fotografía e, unha vez rematada a universidade, unha forza interior dicíame que ía polo camiño equivocado». Fue por ello por lo que accedió a la escuela Mestre Mateo de Compostela.
Salto al ámbito profesional
Finalizada su formación, y tras un par de años en un estudio y una empresa de interiorismo en Santiago, el boirense se lanzó sin pensarlo al mundo empresarial, poniendo en marcha, en el 2006, Espacio Invisible en Boiro. «Cando rematei na Mestre Mateo quedoume unha espiña cravada, pois desde a dirección do centro recomendáronme seguir formándome en Madrid ou Barcelona, pero, por circunstancias persoais, tiven que dar o salto ao eido profesional», confiesa.
Y lo cierto es que la línea que dibujó su trayectoria desde entonces fue siempre ascendente. A finales del 2011 ya estaban en el mercado sus primeras propuestas para mobiliario, la colección de autor Rías Baixas Prototypes. Poco más de un año después, a comienzos del 2013, nacía Juan Ares Marine Design, una firma de mobiliario con la que situaba de nuevo el mar como su principal fuente de inspiración: «O núcleo creativo nútrese da inspiración mariña, porque é o que me envolve desde pequeno e tamén é a forma de diferenciar a miña colección».
El diseñador reconoce que la burbuja inmobiliaria le ayudó a arrancar desde su Boiro natal, una ubicación que al principio le generaba dudas, pero desde la que ha sabido llegar a los principales foros españoles del sector. En dos ocasiones, 2013 y 2015, fue seleccionado para presentar sus colecciones en el Salón Nude de Valencia, un referente a nivel estatal; mientras que en el 2016 participó en el Contract Galicia de Barcelona, tras ser elegido por el Igape como ejemplo de empresa gallega con potencial de exportación.
Antucas, la gran baza
El boirense está ahora volcado en la promoción de los productos de su marca Juan Ares Marine Desing, que se están presentando tanto a nivel nacional como internacional. Hay ya un punto de venta en Madrid, El Paracaidista, situado cerca de la plaza de España, que vende piezas de mobiliario made in Barbanza. Además, la nueva colección del diseñador ha despertado el interés de una cadena hotelera de Mallorca y del estudio catalán que se encarga de la decoración de los restaurantes que el prestigioso chef José Andrés tiene en Nueva York.
Pero una de las propuestas que a Juan Ares le hace más ilusión es la que le ha llegado de unos arquitectos que quieren usar su colección Antucas, de estructuras realizadas con redes a modo de sombrillas, para el Parrote coruñés. El emprendedor está convencido de que este puede ser su elemento diferenciador en el competitivo mundo del diseño, el que le puede permitir llevar la esencia de la cultura marinera de Galicia a todos los rincones del mundo.
A él le gustaría que una gran cadena hotelera o un restaurante de relevancia lucieran estos originales parasoles, pero estaría realmente orgulloso si los viera en Barbanza: «Sería unha forma de singularizar espazos públicos na comarca». Y, puestos a pedir y a proponer, se decanta porque una playa de las muchas que hay en la zona cambien las sombrillas multicolor por estas singulares piezas.