Con las demandas a cuestas

Ana Gerpe Varela
Ana Gerpe CRÓNICA

BARBANZA

06 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las últimas jornadas han estado cargadas de expectación por la llegada de los Reyes Magos, a quienes los niños se encomendaron para recibir sus juguetes. A cuestas, aunque no desde Oriente, también llevan varios ayuntamientos sus peticiones, que no se vieron materializadas en el ejercicio que acaba de concluir y que, por tanto, continúan figurando en la particular lista de deseos de los gobernantes locales para el 2017 que acaba de empezar. También los mandatarios han escrito sus cartas, aunque en este caso no a los Reyes, sino a los presidentes de la Xunta y del Gobierno central, respectivamente. Es una lástima que no haya unos Magos más allá del 5 de enero para que estas reivindicaciones puedan verse cumplidas de una vez.

Así, comienza un nuevo año y en Rianxo continúan reclamando un centro de día, una demanda por la que han pasado legislaturas y elecciones sin que se vea materializada. Tampoco ha tenido suerte, al menos hasta la fecha, el sonense Luis Oujo, quien ha visto como a sus vecinos le mejoraban la red viaria con corredores y variantes, mientras la de Portosín continúa esperando.

Cargados de proyectos emprenden el camino del 2017 los gobiernos, la demandada rehabilitación del pazo de Goiáns también es antigua, no tanto como la adoración de los Reyes, pero ya va teniendo solera. Es posible, casi seguro, que cuando la travesía del 2017 llegue a su fin y se mire frente a frente al 2018, muchos de los mandatarios barbanzanos continuarán llevando en sus alforjas las mismas demandas que plantean ahora mismo.

No basta con creer firmemente en los Reyes Magos, hace falta algo más, por eso hay que echar cartas todos los días del año a los gestores de lo público tanto en Santiago como en Madrid, para ver si a fuerza de insistir se van cumpliendo algunas de las demandas. Lo lógico sería analizar cuáles son prioritarias para establecer una hoja de ruta que permita su materialización. Seguro que cada uno defiende las suyas, como es natural, pero también es seguro que puede hacerse una clasificación.