El alza de las reservas en Navidad da impulso al sector de la restauración
BARBANZA
Las cenas concertadas han aumentado, pero se mantiene la moderación en el gasto
10 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Si la elevada ocupación hostelera registrada tanto en verano como en este puente de la Constitución es un síntoma de recuperación económica, el alza en las contrataciones de cenas para estas Navidades es otro indicador que apuntala la tesis de que algo está cambiando. La mayoría de los restaurantes consultados indicaron que el pasado mes ya comenzaron a observar que el movimiento iba a ser mayor que el de años precedentes. En primer lugar, las reservas comenzaron a llegar con mayor antelación, hasta el punto de que los clientes más rezagados ya tienen una extensa lista de negocios que colgaron el cartel de completo, algunos de ellos hasta después de la festividad de Reyes.
El ribeirense Antonio Alján indica que los fines de semana, viernes incluido, están copados y que algunas solicitudes para tener sitio en Fin de Año las recibieron hace dos meses. Con mayor anticipación actuó un grupo de fuera de Galicia que acudirá al Hotel Park de Noia, porque ya reservaron en agosto.
Antonio Alján precisa que «la hostelería lo ha pasado mal en los últimos años y hubo establecimientos que no pudieron aguantar. Este es un sector que está muy castigado».
En términos similares se expresa el responsable del grupo Chicolino, Arturo Fajardo, quien manifiesta: «Hai máis movemento e iso é un síntoma positivo». En el Don Paquito de Boiro, José Cebreiro comenta que sí se aprecia un índice de actividad un poco más elevado que en Navidades pasadas, aunque matiza que, en su caso, tampoco puede hablarse de un repunte fuera de lo normal.
Buenas sensaciones
También se muestran muy satisfechos por el volumen de trabajo que se está generando en el Albariño de Ribeira, donde Domingo Santos no duda en comentar: «Nótase a melloría, eu confío en que a partir de agora vaiamos tirando para arriba».
Es el mismo optimismo con el que se expresa el regente de Cámping A Cascada, Manuel Domingo Rodríguez, para el que este repunte constituye el principio de una etapa en la que la situación del sector puede cambiar.
Eso sí, todos los empresarios coincidieron en afirmar que se mantiene la moderación en el gasto y que sus clientes no quieren privarse de una cena de empresa, amigos o familia, pero sin tirar la casa por la ventana.
Pese a que en las fechas clave de este mes de diciembre la mayoría de los establecimientos tienen la totalidad o la mayor parte de los comedores ocupados, los dueños de negocios también indican que el resto de la semana la actividad es muy baja.
Para profesionales como Antonio Alján, este es un indicador de que «la gente en Navidad quiere olvidarse de la crisis y de las estrecheces económicas, pero también mantiene la cautela a la hora de realizar un desembolso económico».
Así lo refrenda también el empresario boirense Arturo Chicolino, quien indica que todavía no puede hablarse de una salida de la etapa de recesión porque los clientes evitan realizar grandes dispendios.
Pese al comedimiento, sí parece claro que hay un síntoma de recuperación que se manifiesta en distintos frentes y que está incidiendo de manera muy positiva en el sector hostelero de la comarca, que puede completar de esta forma un año especialmente próspero tras un largo período en el que lucharon por subsistir.