La actividad de la EDAR de Ribeira puede paralizarse si persisten los altos niveles de ácido sulfhídrico

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El Concello analizará la posibilidad de ejecutar la medida

10 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los problemas de malos olores que está generando la puesta en marcha, en período de pruebas, de la depuradora de Couso son motivo de protestas por parte de los vecinos, que afirman que su vida se ha visto alterada porque la situación se repite desde agosto y está teniendo incidencia en niños y adultos. También el Concello de Ribeira muestra su preocupación y, como afirmaba ayer el mandatario, Manuel Ruiz, «una obra de saneamiento no puede ser origen de problemas». Para buscar soluciones se efectuaron, entre otras, mediciones de los índices de ácido sulfhídrico y no se descarta que el propio Concello proponga que se paralice la actividad de la EDAR si los informes ponen de manifiesto que estos continúan siendo elevados.

De hecho, Manuel Ruiz, que mantiene contactos con todas las Administraciones implicadas para agilizar la puesta en marcha de medidas correctoras, tiene previsto mantener el lunes una reunión con los portavoces de los partidos políticos en la que informará sobre los resultados de los análisis. No se descarta tampoco que de esa reunión salga una propuesta de paralización, ya que esta alternativa fue apuntada cuando comenzó a verse que no se lograban atajar los malos olores tras las distintas actuaciones acometidas.

También otras entidades involucradas en esta actuación están manteniendo contactos, como la empresa que construyó la planta de tratamiento y Augas de Galicia, así como los representantes a nivel estatal.

Xunta y Gobierno central

Cabe señalar que en la realización de la EDAR de Couso, que contó con financiación europea, intervinieron tanto Gobierno central como Xunta de Galicia, que redactaron el proyecto y financiaron la obra. También serán estas Administraciones las encargadas de recepcionarla.

Por parte de los vecinos, el pasado lunes se presentaron firmas en el Concello instando a que no se lleve a cabo la entrega de la obra hasta que no se resuelvan las anomalías. En este sentido, hay que señalar que el período de pruebas establecido inicialmente es de dieciocho meses. Una vez sea recibida la obra por parte de los organismos competentes, el mantenimiento de la planta de tratamiento pasará a ser competencia del Ayuntamiento de Ribeira.

Preguntado por esta cuestión, el alcalde, Manuel Ruiz, sentenció: «El Concello quiere que se subsanen los errores». El mandatario indicó que se están dando todos los pasos precisos para detectar las incidencias y para buscar soluciones que permitan el funcionamiento adecuado de la depuradora.

Las primeras incidencias se registraron en verano, cuando se produjeron una serie de vertidos en el aliviadero que, desde hace años, existe en la playa de Os Mosqueiros. Las emisiones pudieron ser atajadas, aunque el aliviadero se mantiene.

Los distintos puntos de bombeo parecen ser, en un principio, el origen de los malos olores, que tienen una incidencia especial a partir de la zona de O Touro y, especialmente, en Castiñeiras y Aguiño, que es donde se producen los hedores con mayor frecuencia y con mayor intensidad, lo que ha provocado la movilización vecinal.