La villa natal de Muñiz recordó al hombre que relanzó la música gallega

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro BOIRO / LA VOZ

BARBANZA

m. creo

La viuda del boirense asistió emocionada al homenaje póstumo «más importante», dijo, de todos los que recibió hasta ahora

09 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La villa que vio nacer a Manuel Muñiz Tubío recordó en un homenaje póstumo a una de sus figuras más importantes, al compositor que relanzó la música gallega. Fue acto sencillo y emotivo, celebrado en la casa consistorial de Boiro, en donde se destacó su contribución al patrimonio cultural con más de mil canciones, entre ellas algunos de los temas más conocidos de la música ligera, y medio centenar de himnos.

Muñiz, el humilde trombonista boirense que acabó en la banda municipal de Santiago con 16 años y luego al frente de la Orquesta Compostela, con la que recorrió 22 países, fue reconocido en su localidad natal como el responsable de lanzar la carrera de cantantes como Ana Kiro, Miguel Torres, Pili Pampín o Sabela, al tiempo que secaba la morriña de los emigrantes acercándoles un pedazo de su tierra, la verbena.

La banda de Boiro, dirigida por Martín Baleirón, abrió el acto interpretando una de las piezas más populares del compositor, Galicia terra meiga, tras la cual se leyó un fragmento del libro de Alberto Piñeiro Os músicos de Boiro, para repasar los hitos de la carrera de Muñiz, quien obtuvo seis discos de oro como difusor de la música gallega por el mundo y la Medalla de Galicia.

Anécdotas y obsequios

Un vídeo en el que se recopilaban entrevistas hechas al propio Muñiz, así como a Miguel Torres y Pili Pampín, abrió la caja de las anécdotas para descubrir el lado más humano de un compositor tan ilustre como humilde, sin antecedentes musicales en la familia, y cuyo padre vendió una vaca para comprarle sus primeros instrumentos, señalaba el alcalde boirense, Juan José Dieste.

El Concello obsequió a la viuda del compositor, María del Carmen Mallo, con una placa conmemorativa y la banda local, que rescató de sus archivos el boceto original del himno de Boiro, le entregó una copia del mismo y de la nueva partitura que se hizo de la pieza para adaptarla a las formaciones actuales, incluyendo instrumentos que antes no había.

Precisamente con este himno a la villa, estrenado en 1989, se despidió el homenaje que, según Mallo, fue «el más importante» de todos los que se le hicieron hasta ahora, por ser el de «su tierra natal, de la que él hablaba tanto y quería», destacó con la voz entrecortada. Su viuda se comprometió, además, a llevar el ramo que ayer recibía al cementerio de Boisaca, en donde está enterrado Muñiz, «el más internacional de los compositores gallegos», señalaban ya las crónicas de la época.