Las fallas de un Boiro en construcción

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

En puestos de descenso y tras cuatro derrotas consecutivas, varios aspectos ralentizan el despegue del equipo

08 dic 2016 . Actualizado a las 12:01 h.

Cuatro derrotas consecutivas contra Racing de Santander, Palencia, Celta B y Pontevedra colocan al Boiro en una posición sensible. Con 16 puntos en 17 encuentros, los de Fredi se encuentran en los amargos puestos de descenso. Amparado en la retórica de los errores arbitrales, el club camufló ciertos problemas en el juego que están lastrado la consolidación del proyecto.

Más juego que resultado. Demasiado riesgo. Cuando ficharon a Fredi, el Boiro sabía que firmaba a un técnico que se hizo un nombre en el fútbol gallego por apostar por el balón. A pesar de que han variado de registros en las últimas dos jornadas, los barbanzanos han apostado por salir con el esférico jugado, lo que obliga a los laterales a jugar abiertos. Ese riesgo no ha dado goles y sí problemas. Los rivales han aprovechado esa debilidad para crearles mucho daño.

Problemas en casa. Sin continuidad. Al igual que ocurrió en el inicio de la temporada pasada, el Boiro ha sufrido para sumar en casa. Dos victorias, un empate y cinco derrotas son el balance del equipo en su feudo. El estado del césped, del que se han quejado todos los conjuntos que han visitado Barraña, es uno de los principales escollos. La apuesta por la salida del balón desde la defensa choca con la irregularidad del terreno de juego en ciertos segmentos, ya que imposibilita la fluidez del balón y permite a los rivales presionar y robar.

Justos de gasolina. Los minutos finales. Palencia, Racing de Santander y Guijuelo aprovecharon los últimos 15 minutos para sumar puntos contra el Boiro. El Somozas también estuvo cerca de conseguir un empate antes del pitido final. El equipo está llegando con las energías justas al tramo final y los recambios no aportan frescura.

Todavía esperando. Un paso adelante. Jugadores como Jimmy, Gonzalo, Marcos Álvarez, Pedro Beda y Manu Rodríguez están lejos de la versión que mostraron en sus anteriores clubes. La ausencia de Jimmy obligó a Fredi a alinear a dos noveles como son Iago y Axel y a cambiar a Juampa de posición. A pesar de su talento y experiencia, Gonzalo sigue sin encontrar una posición en la que se sientA cómodo, mientras que Álvarez desborda, pero no logra crear peligro. Pedro Beda ha aportado músculo, pero poca claridad, mientras que Manu Rodríguez sí ha cuajado buenos partidos, aunque le ha faltado colmillo a la hora de pisar el área contraria.

Golpe psicológico. Un empate que escuece. El empate contra el Guijuelo fue un mazazo. El buen juego exhibido sobre Barraña chocó con el tumulto que se vivió con el definitivo 2-2. Comentado dentro y fuera del vestuario, el equipo no ha vuelto a mostrar la gran versión de esos primeros 70 minutos.

Una única remontada. Valladolid. El Boiro consiguió la primera victoria de su historia en Segunda B con una remontada contra el Valladolid B, equipo que a día de hoy se encuentra quinto, con 31 puntos. Fue el último partido en que los barbanzanos consiguieron sumar después de empezar encajando un gol en contra. En la derrota contra el Celta B, se vio un equipo que tiró la toalla después del primer tanto olívico, situación simular a la que se vivió el pasado domingo en el campo de Pasarón.

Un jugador diferente. Romay, como referente. El segundo capitán del Boiro, Jorge Romay, se ha convertido en un jugador fundamental para el juego. Es el único que aporta pausa y consigue amansar el balón en zonas calientes del campo; demasiada responsabilidad para un único jugador.

Lesiones importantes. Momentos claves. Crespo y Juampa salieron del once en un gran estado de forma, mientras que Herbert lo hizo cuando empezaba a dejar detalles de su calidad. La ausencia de Crespo ha sido bien cubierta por Catú, que se ha erigido en un baluarte atrás. Por su parte, para la explosividad que mostró Juampa en el inicio liguero todavía no se ha encontrado un recambio, Cano todavía no ha aportado verticalidad.

Partido en dos. Roto en dos bloques. En varios partidos, el Boiro se ha mostrado como un equipo que se parte con facilidad. Por un lado se encuentra la línea defensiva y Yebra, y en la otra el resto de jugadores de ataque. Desde la grada se preguntan si se trata de una situación buscada o si es un comportamiento erróneo de los futbolistas sobre el campo.