El bloque de Anxo Casalderrey cuajó sus mejores 90 minutos del curso y goleó por 5-0 a un Cordeiro que pisó el campo barbanzano como favorito
06 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.No fue casualidad que el Puebla firmase este domingo su mejor entrada de la temporada. Dos centenares de incondicionales se dieron cita en el campo de A Alta para ver en directo a un equipo que comienza a enamorar a propios y extraños. Los blanquiazules respondieron con creces al apoyo de la afición goleando por 5-0 a todo un Cordeiro que pisó el césped pobrense erigiendo la vitola de claro favorito.
Choque extraordinario del bloque entrenado por Anxo Casalderrey, que planteó un duelo con ritmo alto y que obligó a los visitantes a salir de su zona de confort y correr detrás del balón. A pesar de la superioridad local sobre el verde, hubo que esperar hasta el minuto 43 para que Ale abriese el marcador al remachar de volea un centro de Sergio.
No varió el guion al pasar por vestuarios y Denis, después de un rechace, anotó el 2-0. Fue Viturro, en un excelso estado de forma, quien marcó el tercero al sentar a dos defensas y al meta rival. Con uno menos sobre el césped, el Puebla siguió atacando y Picos logró el 4-0. Campai redondeó la manita con una vaselina envuelta en quilates.
Outes-Unión: 0-1. Conchido, 300 aficionados. Fue el talento de Manueliño el que decidió el derbi entre Outes y Unión. En un choque muy disputado por ambos bandos, y que pudo caer para cualquier escuadra, la calidad individual del punta fue clave. Estuvieron mejor los locales en el primer tiempo, aprovechando su dominio del juego directo para pisar el área de los rianxeiros, que intentaban sin éxito salir con el balón jugado.
Todo cambió con el tanto de Manueliño que, al recibir el balón de Saviola, y sin pensarlo un segundo, pegó duro a la red defendida por Alexandre. A partir de ahí, el Outes se estiró, pero el balón se negó a coger el camino de la red rianxeira.
Piloño-Ribeira: 3-0. O Camballón, 130 incondicionales. Una mala segunda parte condenó al Ribeira en Vila de Cruces, donde cedió tres puntos claves para seguir arriba. El choque empezó con dominio del balón por parte de los celestes y Lloyd rozó el 0-1 con un disparo que no vio puerta. A partir de ahí el Piloño se hizo fuerte, sensación que confirmó al volver del descanso. Santiago Iglesias anotó el primero a la salida de un córner y Víctor Vilariño cerró el partido minutos después, al aprovecharse de un error en la salida del balón que dejó vendido al meta celeste.
Con el Ribeira en auténtico estado de shock, el Piloño aprovechó un contragolpe para marcar el definitivo 3-0 en O Camballón. Jairo Becerra se encargó de materializarlo con una vaselina exquisita ante la que nada pudo hacer un Alexandre que, al igual que su compañero Raúl en la primera mitad, terminó el partido expulsado.