Padres en las gradas

juan ordóñez buela DESDE FUERA

BARBANZA

03 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

F rases como «que no te enteras», «vete a arbitrar a tu casa», «estás cegato, ¿o qué?», «niño, estás dormido, espabila» u otros insultos que prefiero no citar son los que podemos escuchar desde las gradas de los estadios los fines de semana, durante la disputa de partidos tanto infantiles como juveniles de fútbol, baloncesto u otros deportes, procedentes de los padres. Pero, ¿esta es la actitud, comportamiento y vocabulario que quieren transmitir a sus hijos?.

La mayoría de los padres apuntan a que sus hijos hacen deporte para divertirse y porque es sano que realicen ejercicio. Pero todos estos motivos distan mucho de la realidad que se puede palpar desde las gradas. Podemos ver discusiones entre padres que se faltan al respeto o gritos a entrenadores y árbitros, por no hablar de las humillaciones a sus propios hijos. Sin embargo, cuando sus hijos le contestan al entrenador o al árbitro, les dicen que tienen que comportarse. Sus hijos muchas veces harán lo que ellos hagan, no lo que digan. Con actitudes como esas, los valores que están transmitiendo son: falta de respeto, egocentrismo, falta de compañerismo, agresividad y frustración, cuando lo que deberían potenciar es, precisamente, todo lo contrario.

Los padres deberían recordar que no son los entrenadores de sus hijos, que para eso les pagan a un profesional que lo hace. La función de los padres es motivarlos y apoyarlos, ganen o pierdan. Si estas actitudes de desacreditación de autoridad se extrapolan a otros ámbitos, como por ejemplo el educativo, crearían hijos sin respeto hacia nadie; ni a entrenadores, ni a árbitros, ni a profesores... Y como consecuencia de todo ello, ni hacia sus propios padres.

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