Una mala construcción crea tres piscinas donde debería haber una

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Debido a un problema estructural, tanto en el tejado como en la base del complejo se forma una balsa de agua cuando llueve

22 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No es oro todo lo que reluce y, detrás de una moderna fachada que llama la atención como la del complejo deportivo de A Cachada se esconde un reguero de problemas, en su mayor parte generados por lo que el propio equipo de gobierno local califica como una «obra poco afortunada».

La construcción ya empezaba con mal pie en el año 1999. Según el plazo de ejecución fijado inicialmente, debería de haber abierto sus puertas a finales del año siguiente, pero no lo hizo hasta el 2002. Al poco tiempo de iniciarse los trabajos, la empresa adjudicataria tuvo que paralizarlos, ya que en las excavaciones para preparar el terreno apareció una veta de barro y fue necesario introducir cambios en el proyecto relacionados con el asentamiento de la estructura. Con lo que no se contó fue con las balsas que se acabaron creando sobre el tejado del edificio y en el subsuelo en época de lluvias, creando tres piscinas donde solo debería de haber una.

Los problemas de condensación se hicieron patentes según se inauguró el recinto y a día de hoy siguen presentes. Y las filtraciones han acabado haciendo mella en unas instalaciones que llegan a acoger competiciones de ámbito estatal. Una placa que se encuentra encima del gimnasio se rompió y «está metendo auga a chorro», reconocía el mandatario boirense, Juan José Dieste, ante la denuncia que a finales de noviembre hicieron constar los socialistas.

Envejecimiento prematuro

«É un tema estrutural e de abandono do mantemento da anterior empresa», aseguró Dieste. En cuanto al controvertido proyecto que, a pesar de tener tan poco tiempo, empieza a evidenciar un mal envejecimiento, el regidor sostiene que «a idea era boa, pero a execución foi desastrosa». Se hicieron arreglos por cerca de 100.000 euros. «Era máis barato acabar facendo unha piscina nova», acabó admitiendo el alcalde popular.

La lista de contratiempos es larga. Goteras, pisos levantados, humedades, partes oxidadas, problemas de condensación en los vestuarios... «Ahí se gastou o indicible», esgrimió Dieste, quien no se esfuerza en negar la mayor cuando habla sobre el estado del complejo deportivo de A Cachada.

Uno de las deficiencias más evidentes a ojos de los usuarios que habitualmente acuden a las instalaciones es la que tiene que ver con la filtración que hay junto a la pista en la que entrena el Boiro Voleibol. Lo que empezó siendo una pequeña gotera que se recogía en un cubo acabó con un capacho debajo, recubierta por una serie de plásticos y con un deshumidificador en acción. En las gradas, el público tampoco se salva de presenciar la incursión del agua de lluvia en jornadas intempestivas.