Boiro fue escenario ayer de la primera junta de seguridad local que se celebró en la comarca desde la emisión en televisión del polémico reportaje sobre la desaparición de Diana Quer. El espacio faltó a la verdad aportando datos sobre estadísticas de delincuencia en Arousa norte que nada tienen que ver con la realidad. Ni aún interpretando esas cifras al alza para venderle al resto de España que entre la comarca, y, por ejemplo, la Cañada Real, apenas existen diferencias. Uno de los políticos presentes en la reunión es el alcalde de Boiro que, al igual que el resto de regidores de Arousa norte, en aquellos días pusieron el grito en el cielo en forma de declaraciones institucionales y testimonios contrarios y críticos con el espacio. Ayer, sin embargo, era un buen día para recordar que las cifras reales de delincuencia, que se obtienen a partir de datos oficiales, nada tienen que ver con las difundidas aquella noche en televisión. Era un magnifico día, también, para que el subdelegado del Gobierno le echara un merecido capote a la comarca y, de paso, ayudase a borrar, aunque sea un poco, el estigma que arrastra la ría desde hace más de 30 años, y que, en el 2017, a raíz de una serie de televisión sobre narcotráfico y ambientada también en Arousa, seguirá alimentando este mito peyorativo.
Pero la realidad fue otra, y en este caso puede aplicarse un dicho muy conocido: «Pasado el día, pasada la romería». Puede que, de puertas para adentro, el tema se tratara, no lo sé, pero lo realmente importante era contar con las declaraciones públicas de voces autorizadas, y de una Administración superior, como es la subdelegación del Gobierno, para exponer públicamente que aquello fue un error, y que la realidad responde a un escenario mucho más pacífico que el relatado en aquel programa tendencioso. También hubiese estado bien que, ya puestos a pedir, se recordara a la opinión pública que el canal de televisión que emitió el programa todavía no ha pedido disculpas, ni al Concello más damnificado, que es A Pobra, ni a los vecinos de este término ni de los otros que integran la comarca de Barbanza. Me explicaban ayer que el canal de televisión que nos ocupa llamó a la casa consistorial pobrense, y que algún interlocutor habló con el secretario municipal, con buenas intenciones, pero nada más. En esa conversación se trasladó que volverían a llamar para hablar con el alcalde personalmente, pero, hasta ayer por la tarde, esa conversación todavía no se había producido. De todas formas, y sin ánimo de reiterarme, ayer se dejó pasar una oportunidad magnífica para dejar constancia de la realidad, aunque para eso, todo sea dicho, tendrían que haber convocado a los medios, algo que siempre se hizo y que ahora, los que mandan, han optado por dejar de hacerlo. ¿El motivo? Ellos sabrán, a nosotros no nos dieron la oportunidad de preguntar.