El presidente de la asociación de mejilloneros de Muros, Manuel Rama, se mostró bastante esperanzado porque este verano pudieron sacar algo de bivalvo de sus bateas. El año pasado no tuvieron actividad desde abril hasta septiembre debido a la toxina. En esta ocasión, «puidemos vender algo, aínda que non moito, pois quédanos sobre o 90% da produción nas bateas».
Lo peor es que la situación cambió la semana pasada. Rama indicó que están cerrados todos los polígonos debido a un proceso tóxico que les cortó la actividad. El responsable de la asociación señaló que las bateas están bastante cargadas y esperan que puedan volver a comercializar el mejillón lo antes posible, aunque «nunca se sabe o que pode durar o peche».
La ría muradana cuenta con alrededor de 130 parques flotantes y sus propietarios están muy pendientes del tiempo: «Un temporal pódenos botar o marisco ao fondo porque están as cordas bastante cargadas».