La Lomce obliga a hacer encaje de bolillos para cuadrar horarios

P. Calveiro / J. M. Sande RIBEIRA, MUROS / LA VOZ

BARBANZA

La implantación en todos los niveles de la nueva ley y la casuística que esta contempla ha complicado la organización interna

16 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El inicio del curso en los institutos y centros de formación profesional fue tibio para los cerca de 6.500 alumnos que se reencontraron ayer con las aulas: presentaciones en grupo, dinámicas con los tutores y charlas sobre lo que se les avecina de aquí al próximo verano. Especialmente nerviosos estaban los estudiantes de primero de ESO, que dejaban de ser los veteranos del colegio para codearse con los mayores de secundaria. Pero la peor papeleta la tuvieron esta vez los propios centros, en donde la implantación integral de la Lomce los obligó a hacer encaje de bolillos a nivel organizativo para cuadrar los horarios y el profesorado disponible.

Así lo confirmaban desde distintos institutos barbanzanos: «Hay dificultades para incorporar la Lomce, con toda la casuística que contempla, para satisfacer las elecciones de los alumnos, sobre todo en los centros más pequeños, en donde hay más limitaciones en la plantilla».

Si el año el año pasado se superaba la prueba de fuego con la llamada ley Wert en primero y tercero de ESO, en esta ocasión se sumaban, además, segundo y cuarto, lo que complicó aún más las tareas de organización interna de cara al arranque de un curso que pinta negro para los estudiantes que caminen sobre la cuerda floja, porque los repetidores tendrán que recuperar todo un año y ya no solo la asignatura en la que tropezaron. La amenaza de la reválida y la incógnita sobre si habrá o no un cambio de gobierno que lleve a evitarla saltó de nuevo a la palestra.

Moratoria con el móvil

Todas estas consideraciones sonaron de boca de los directores, jefes de estudio y tutores, en el día de la readaptación, en donde la alegría por ver a los compañeros se ensombrecía por momentos con la batería de exigencias formativas y formales a las que hacer frente. Aunque el de ayer fue un día de transición hasta para la aplicación de la normativa interna y, en algunos casos, se concedió una especie de moratoria con los teléfonos móviles que prácticamente todos supieron aprovechar.

De este modo, las agendas en papel y los bolis fueron sustituidos por la cámara del móvil, que con un simple disparo permitía tener a mano los horarios sin la necesidad de tener que estar copiando a mano el croquis de asignaturas y franjas horarias que formará desde hoy parte de su día a día. Y, sacándole un uso más lúdico, también hubo quien aprovechó la ocasión para limpiar los pasillos y hasta algún aula -aprovechando el despiste del tutor- de pokémons.

Paradójicamente, mientras los chavales hacían gala de su conexión de datos para esto y para subir a las redes el selfie de rigor del reinicio del curso, en algunos centros siguen clamando por soluciones para mejorar la suya.

IES Número Un. Los alumnos asistieron ayer a una presentación general en la que se dieron las primeras directrices para afrontar el inicio de las clases de forma estricta para la semana. Foto c. queijeiro

IES Fontexería. En el instituto muradano los chavales tuvieron ayer un día de moratoria y pudieron sacar partido a sus teléfonos móviles para fotografiar los horarios, entre otros menesteres. Foto sande

IES Virxe do Mar. Los pasillos de los centros volvieron a llenarse de vida, tras el impás del verano, con la reincorporación de los estudiantes de secundaria, bachiller y formación profesional. Foto marcos creo