Noia se rinde ante su patrón con música y tradición, Mazaricos se va de romería y Palmeira celebra una exaltación de pulpo
28 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El verano está entrando en su recta final, pero se despide con importantes citas, como el San Bartolomeu de Noia, que está batiendo récords de asistencia a las actuaciones musicales. Si O Tapal se quedó enano para la multitud que fue a ver a Los Secretos, la Alameda registró un lleno monumental para bailar con El Combo Dominicano. En Palmeira hay una cita gastronómica, nada menos que con el pulpo como protagonista y, en Mazaricos se celebró una tradicional romería.
Los noieses rinden tributo a su patrón, San Bartolomeu, y, ayer, decenas de personas salieron a la calle ataviadas con trajes tradicionales, al son de gaitas y panderetas. Cánticos populares de la comarca tomaron las tabernas en lo que fue la primera edición de un certamen que se prolongó hasta el atardecer, mientras los escaparates de los comercios se vistieron para la ocasión, también para participar en un concurso realizado por las fiestas.
Noia también mostró su lado más solidario en la plaza de O Curro, de la mano de Pon un Sancosmeiro. Empanada, rosca y bebida a cambio de una voluntad. El objetivo, recaudar fondos para el colectivo Solidariedade Galega do Pobo Saharaui.
Un cóctel festivo que se abrió el viernes, moviendo el esqueleto al ritmo del swing del Combo. La Alameda abarrotada por miles de personas que disfrutaron de las cumbias y bachatas interpretadas por el conjunto. Hasta los niños se animaron a mover la cadera en el escenario.
Mientras, unos kilómetros al norte, numerosos vecinos de la parroquia mazaricana de Coiro, así como devotos a la Virgen del Monte, acompañaron en procesión a la imagen, desde la iglesia parroquial hasta la ermita de A Romaxe. Una eucaristía solemne y, a modo de celebración, una comida campestre organizada por el colectivo de Xuventudes de Coiro. Empanada, churrasco, diversos postres, además de la bebida que cada uno deseara, por solo diez euros.
A media tarde jinetes procedentes de toda Galicia sacaron a relucir sus corceles para formar parte de una concentración caballar. La intensa jornada fue acompañada por una velada que se prolongó hasta media noche.
Un aderezo festivo
Por tercer año consecutivo, Palmeira se volcó en la Festa do Polbo. Un mercado artesanal, hinchables para los más pequeños, una exhibición de taekuondo y una tonelada y media de pulpo a disposición de los comensales. Mariú puso música de fondo, Manuel Veloso prendió los fogones y las palabras del tricampeón mundial de taekuondo Álex Vidal dieron el pistoletazo de salida.
Los agradecimientos a los vecinos que lo impulsaron en su carrera y que siguen fomentando la afición por el deporte no faltaron en una fiesta de la que afirmó: «Cada día crece máis». Asimismo, Vidal hizo mención a Miguel Martínez, un compañero que atravesó por una mala racha y que, indicó, también tuvo la fortuna de contar con el respaldo de los vecinos.