Juanma Varela: Un oasis de teclas negras y blancas

Ana moas NOIA / LA VOZ

BARBANZA

marcos creo

El reconocido intérprete acompañó a la Xoven Orquestra Sinfónica de Galicia

27 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Prudencio Romo. Ese es el primer nombre que vuela a la cabeza de Juanma Varela cuando se le pregunta sobre sus inicios en el mundo de la música. Un universo al que llegó, con 8 años, guiado de la mano de su padre y en el que inició su ansiado viaje acompañado de Romo, su primer profesor de piano y uno de los encargados de inculcarle la pasión por esta profesión: «Era tan grande como persoa, que recoñecía rapidamente as súas limitacións, polo que en segundo curso tiven que cambiar de profesor», cuenta el pianista noiés.

Recuerda a la perfección el día que se encontró delante de este mueble musical, el momento en el que tecleó la primera de una infinidad de notas: «Para min foi toda unha novidade. Collín e púxenme a tocar unha canción destas que se tararean cando es pequeno, sen máis. Pero resultou que tiña bo oído», explica Juanma Varela. Su padre fue quien le impulsó a estudiar música, sabía que su hijo lo llevaba en el alma y que tenía facilidades para ello, así que no dudó en alentar y aumentar esa vocación.

Partitura a partitura y nota a nota, Varela fue creciendo bajo las instrucciones de Martín Millán: «El foi quen me ensinou todo. Antes os estudos musicais eran diferentes. Estudaba por libre e íame examinar ao Conservatorio de Santiago, xa que en Noia só había unha filial», asegura el barbanzano.

Pasaron los años y la música era, cada vez más, una pieza indeleble en él y, aunque en un primer momento dudó sobre cuál sería su futuro, tuvo claro que este sonido tecleado le acompañaría siempre: «Pensei en facer empresariais e incluso comecei unha formación profesional de electrónica, porque era algo que me chamaba a atención, pero tiña claro que quería facer piano», afirma el profesor.

«Molto presto»

Sin apenas darse un minuto para pensarlo, se metió de cabeza en el grado superior de música para luego ampliar su aprendizaje con un estilo más contemporáneo, el jazz, y poder resolver sus carencias: «Cando cheguei ao superior había materias que non tivera nunca e, ao rematar, seguía notando que había moitas lagoas na miña formación. Algúns pensan que acaban superior e que son o mellor, non é así. Hai moitos baldeiros, polo que tiña que facelo», explica y añade al segundo: «O jazz era algo que me gustaba moitísimo dende había tempo. Podíame pasar sete ou oito horas estudando, tranquilamente».

La improvisación, las armonías y cientos de cadencias que se alejaban de los prototipos marcados por el clásico y que le permiten exprimir cada gramo de música que hay en él. Es obvio que Varela no cesa nunca de aprender y de saltar la barrera de las limitaciones. Posiblemente sea eso, unido a su increíble talento innato, lo que le ha llevado a colaborar con la Xoven Orquestra Sinfónica de Galicia: «Interpretei algún papel como solista, aínda que moi pequeno. Non me considero talentoso para ser iso. O que si fixen, foi acompañar a moitos dos músicos que tocaron ou forman parte desta orquestra», dice el maestro.

Asombra la humildad con la que cuenta sus batallas. Conciertos con el coro dirigido por Emilio Moreira, colaboraciones en el curso organizado por la Asociación de Bandas Sinfónicas todos los veranos y, mucha música de cámara, por lo que puede decir orgulloso: «Síntome privilexiado dando clase de piano. É o instrumento no que me preparei e é o que me gusta».

Notas graves

A Juanma Varela todavía le sobra tiempo para tocar el bajo eléctrico, instrumento que siempre le atrajo gracias a Mark King, del grupo Level 42: «Para nada nun plan profesional, non ten pretensión algunha. Descubrín que era moi divertido e agora tócoo case tódolos días», dice.

Un pianista tímido y al que le cuesta socializar, algo que no supone problema alguno a la hora de enfrentarse a un público expectante: «Síntome seguro porque é o que levo facendo toda a miña vida. É como un oasis entre toda a xente que me rodea e que me está escoitando, é a miña burbulla persoal. Séntome diante do piano e xa me esquezo do demais», revela Juanma Varela, un talento de la música.

Trayectoria. Estudió piano desde los 8 años y se inclinó, sin dudarlo, por continuar con el grado superior de música. Completó su formación con el jazz y se subió a los escenarios en numerosas ocasiones para acompañar a grandes músicos, algo que prosigue haciendo a día de hoy. Ahora, es docente en el Conservatorio Felipe Paz Carbajal, en Noia.