«Este verano seco y caluroso se suma a un invierno y a una primavera atípicos»

La Voz

BARBANZA

26 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La agricultora de Palmeira María Jesús Paz Vicaya afirma que este largo período sin precipitaciones impide el adecuado desarrollo de la fruta y de las verduras de hoja, como las acelgas y la lechuga. Sin embargo, la profesional recalca que se trata de un fenómeno más en un año caracterizado por una meteorología muy distinta a la habitual: «Este verano seco y caluroso se suma a un invierno y una primavera atípicos».

Explica Paz Vizcaya que la situación es bastante preocupante: «Hay poca fruta, de escaso tamaño y de calidad regular, la cosecha es mala. Nosotros tuvimos manzanas en febrero porque el tiempo que hacía favoreció una floración temprana. Eso agota las reservas del frutal, que se debilita».

Esta profesional vende sus productos de huerta a particulares y a algunos restaurantes y, actualmente, para atender los pedidos que tiene debe recurrir a producto foráneo: «Traigo manzanas de Austria y peras de Argentina». Económicamente es un duro varapalo para María Jesús Paz Vicaya, pero indica que se ve forzada a ello para no perder a los clientes que tiene, ya que corre el riesgo de que busquen otros proveedores: «Además de lo que me cuesta esa fruta tengo que pagar otros costes y para venderla a un precio razonable aplico un margen mínimo».

Explica que algunos días, en sus invernaderos, con las estructuras abiertas, la temperatura interior era de 45 grados. Si los frutales no dan, a las lechugas tampoco les va mejor. Comenta que ha plantado una variedad que es muy resistente al calor, denominada maravilla de verano, pero ni con esas: «Las hojas se endurecen y la planta se espiga, crece a lo alto y no sirve para su comercialización, solamente puede aprovecharse para dar de comer a los animales».