Pasión confusa por las dos ruedas

j. m. Sande MUROS / CORRESPONSAL

BARBANZA

marcos creo

Centenares de vecinos salieron a las carreteras de Muros, Outes, Carnota y Noia para seguir la etapa en riguroso directo

23 ago 2016 . Actualizado a las 05:10 h.

Expectación, curiosidad y gran desconocimiento entre los muchos aficionados al ciclismo que acudieron ayer a presenciar el paso de la Vuelta por la comarca muradana. Desde la entrada en el término se apreció una fuga integrada por siete ciclistas, grupo que se rompió en la primera subida a Lestaio, en Outes, que volvió a perder integrantes en la subida a Paxareiras, a la altura de Vistavós, y que dio sus frutos en el alto de O Ézaro, ya que el francés Geniez del conjunto FGJ, uno de los siete escapados, logró alzarse con el triunfo de la etapa.

Los muchos curiosos que se repartieron a lo largo del recorrido, eligiendo unas subidas pronunciadas como la de Torea, cruces de carretera, como los de O Freixo, Abelleira, A Tremenda, Paxareiras y O Viso, u otros parajes más habitados como A Serra y O Pindo, se preguntaban por circunstancias referidas al trazado, al horario de la prueba, a circunstancias de la carrera, a la existencia de corredores gallegos entre los participantes, o cuestiones similares. En muchos casos eran los propios agentes de la Guardia Civil de Tráfico, controlando posibles percances en los cruces viarios, quienes despejaban algunas de las dudas, o comentarios de quienes visionaban la tele los que informaban.

Desconocimiento

En A Tremenda el desconocimiento era total, incluso sobre las características de la etapa, preguntándose muchos el por qué al llegar a este punto la comitiva giraba hacia Noia y no rumbo a la meta. La razón era para incluir el puerto de montaña de As Paxareiras en el recorrido. También se criticaba que en las guías de ruta de la etapa no apareciera el topónimo Muros, aunque sí figuraban localidades de este municipio, como eran las de Abelleira y Serres.

Varios de los espectadores que estaban ubicados en este último punto apuntaban lo fácil que sería para la organización de la Vuelta el que un vehículo con megafonía adelantase a la comitiva informando al público de las circunstancias de la carrera, tal como se hace en otras competiciones de ciclismo y otros deportes. Por ello, la inicial curiosidad se truncó en decepción para muchos, pues solo observó a un grupo de ciclistas, pasando a mucha velocidad, pero sin conocer detalle alguno de la carrera.