Vacaciones en Mallorca y Doñana

Jose Manuel Jamardo Castro
J. M. Jamardo CRÓNICA

BARBANZA

21 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nos quieren dar el verano. Estos políticos están que se salen. Y ahora por encima amenazan con que el 25 de diciembre acudiremos a las urnas. Para echarse a llorar. En los últimos meses pasamos más por los colegios electorales que por el dentista. Son tremendos. En agosto está pasando algo inaudito. Los telediarios abren continuamente con reuniones, acusaciones o lo bien que lo hacen unos y otros. Quien no se acuerda cuando en estas fechas los protagonistas eran los reyes paseando en su yate por Mallorca o el presidente de turno en Doñana. Ahora se justifican que se quedan sin vacaciones para trabajar por el país, ¡Por España!

Fueron incapaces de solucionar los problemas en ocho meses, eso sí, cobrando buenos sueldos y, como castigo, amenazan a 36 millones de votantes con que acudan a las urnas el Día de Navidad. Son unos fenómenos.

Pero mientras eso sucede, ellos continúan acumulando horas y días en sus salarios y los jubilados siguen estirando su pensión como si fuese un chicle y los marineros clamando por un reparto de cuota más justo.

Menos mal que ni la economía ni los empresarios dependen de los dirigentes y el país sigue su rumbo. Al final, la culpa será de los administrados.

Nuestros representantes están en otro mundo. Les importa poco la situación del país. Volveremos a pasar por una cita electoral que tiene pinta de que va a repetirse en diciembre. Eso sí, se volverían a gastar otros cien millones en unos comicios que anularían a los dos últimos.

Los ciudadanos comienzan a estar hartos. Se juega alegremente con el dinero de todos mientras las carreteras de la comarca siguen demandando reparaciones urgentes, los colegios una mano de pintura, como mínimo, y algún que otro centro de salud de una reforma más que necesaria.

La gente está cansada. Quiere soluciones y que alguien se interese por ellos. «¡Había que botar por eles, pero fóra!», lacónica respuesta de un ciudadano cabreado sobre nuestra clase política. Que tomen nota.