El pósito de Cabo denuncia el saqueo de 300 kilos de cría de almeja al día

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La Policía Autonómica investiga el destino de ese marisco de pequeño tamaño

27 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un año después de haber entrado en vigor la reforma del Código Penal que, teóricamente, tendría que haber solucionado al menos en parte el problema del furtivismo, y después de incontables denuncias contra mariscadores ilegales por ejercer esta práctica o por presuntas agresiones físicas o verbales, los arenales de Cabo de Cruz siguen siendo un foco de problemas que, por lo menos a corto plazo, parecen no estar cerca de llegar a su fin. El último quebradero de cabeza, denunciado desde el pósito por la vicepatrona, Susana Silva, está relacionado con la extracción masiva de cría de almeja en los arenales. De hecho, la cantidad que ponen en la cofradía para intentar cuantificar este desfalco asciende a 300 kilos al día, siendo en otras jornadas superior esta cifra.

El trabajo de vigilancia que realizan tanto los guardapescas, como asociados del pósito que colaboran en las tareas de vigilancia, permite asegurar que los grupos que acceden a las concesiones lo hacen pertrechados con grandes rastros que en mareas tan bajas como las de este verano permiten extraer grandes cantidades de una sola pasada. De hecho, basta con recorrer los arenales a primera hora de la mañana para ver en directo las marcas que dejan estos aparejos artesanos. La misma Susana Silva añade que esta temporada, las elevadas temperaturas que se están registrando, ayudan a los furtivos a meterse en el agua a cualquier profundidad sin necesidad de usar trajes, lo que, sin duda, favorece su actividad ilícita y les permite coger más cantidad de producto.

Varias teorías

En la cofradía, al ser preguntados por el destino que, a su criterio, tiene esa cría de almeja, responden que esa parte deben resolverla las fuerzas del orden y que ellos, aunque tienen sus teorías y pruebas que las sustentan, respetan la labor de cuerpos como la Policía Autonómica o la Guardia Civil. En el caso de los primeros, que llevan varios años trabajando precisamente en el destino que tiene el marisco de furtivos que procede de Cabo, las líneas de investigación abiertas, varias ya judicializadas y con imputados, algunos de ellos detenidos, apuntan a que esa cría de almeja tiene dos destinos principales. El primero sería la misma ría de Arousa, pero en su lado sur, ya que ese bivalvo acabaría en parques de cultivo para que siga creciendo para luego comercializarlo. El otro destino serían depuradoras.

En la cofradía de Cabo, y para concluir, explicaban ayer que el clima de violencia sigue creciendo. Una prueba de que este escenario de arena, algas y agua es cada vez más convulso es el hecho de que hace quince días dos guardapescas del pósito crucense presentaron su dimisión ante la directiva de la cofradía por el riesgo que corren en cada una de las guardias que realizan. Ante esta situación, ambos vigilantes, y según apuntan en el pósito crucense, optaron por buscar trabajo en otra entidad que no sea tan compleja.