Lampón se echa al mar en recuerdo de los que no volvieron

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La procesión de la Virxe do Carme fue este año multitudinaria

25 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Aún con el hándicap de haberse retrasado una hora los actos a causa de la regata en Cabo de Cruz, los actos en honor a la Virxe do Carme fueron este año multitudinarios en Lampón, con el beneplácito de un sol resplandeciente que hizo lucir la tradicional procesión. La imagen salió por tierra desde la iglesia parroquial, compartiendo protagonismo por segundo con el patrón local, Santiago Apóstol.

Ya en el puerto de Escarabote, el escenario de la orquesta sirvió como púlpito para la misa en honor a la Virxe do Carme, oficiada por Marcelino Sánchez, que estuvo acompañado en esta ocasión por el padre Santiago Cepeda, franciscano compostelano. Un grupo de niños realizó una ofrenda especial con artes de pesca, almejas, berberechos, sardinas y otros pescados en el acto religioso dedicado a la patrona de los marineros, en donde se recordó a los fallecidos en el naufragio del Paquito Nº2, un barco que durante años colaboró con la celebración del Carmen e incluso llegó a portar a la virgen, así como a todos los que perdieron la vida estando embarcados.

Al final de la misa, que por un momento se vio interrumpida por la intervención de una ambulancia para atender a una persona desmayada a causa de un golpe de calor, la imagen salió de nuevo a hombros de los cofrades y Lampón se echó al mar en recuerdo de los que no volvieron.

Una corona y un ramo

La virgen partió a bordo del Fernández Boo, capitaneado por Benigno Fernández Triñanes, arropada por numerosos barcos de la zona. Y, como es tradición, se dirigieron hacia el centro de la ría de Arousa para hacer allí una ofrenda floral, que este año consistió en una corona y un ramo. A su regreso, en el puerto se sucedieron los bailes y los cánticos, entre los que no faltó A rianxeira, que acabó siendo coreada por muchos de los presentes.

Otro de los momentos destacados fue al inicio de la celebración, cuando se hizo entrega de una placa en nombre de la parroquia y la comisión de fiestas a Joaquín Pérez Alcalde por su implicación y esfuerzo en la organización de los festejos. El alcalde boirense, Juan José Dieste, fue el encargado de hacerlo, no solo en calidad de regidor, sino también como vecino, feligrés y amigo. Marcelino Sánchez destacaba que, incluso teniendo problemas de salud, Joaquín Pérez siempre está dispuesto a colaborar y sacar adelante las fiestas aunque sea solo con 15 días de antelación, como en testa ocasión.