Presión fiscal e inspecciones llevan a los arrastreros a vender en A Coruña

j.m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

c. queijeiro

En el puerto de la ciudad herculina los impuestos son menores que en Barbanza

24 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca llueve a gusto de todos, y en especial en el sector del mar. Los armadores y marineros estudian con detenimiento la posibilidad de sacarle un mayor rendimiento a su esfuerzo. Y es que cada euro cuenta, y mucho, a la hora de optimizar sus recursos. Esta cuestión la conocen muy bien armadores del arrastre de Ribeira, muchos de los cuales se ven obligados a vender en otros puertos, según afirman, como el de A Coruña, para evitar pagar más impuestos y también debido a la presión inspectora a la que se ven sometidos.

El alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz, comentó hace unos días que varias embarcaciones con base en Santa Uxía optan por descargar en el puerto herculino porque «pagan menos impostos». La situación se debe a que la rada coruñesa depende del Estado mientras que la de Santa Uxía está gestionada por la Xunta de Galicia. El mandatario comentó que se pagan más tasas en las radas autonómicas que en las gallegas, por lo que muchos armadores realizan su actividad en la capital de provincia.

Nueva normativa

Un representante de Pescaldía, una entidad que agrupa a varios armadores de Santa Uxía, comentó que ahora la normativa obliga a los barcos a tramitar toda la documentación en el puerto donde se descarga, por lo que deben hacer frente «a un montón de papeis. Hai moita burocracia, o que entorpece o traballo. Ademais as taxas non son iguais en todos os portos e págase menos en A Coruña que en Ribeira». Esta situación provoca que muchos arrastreros opten por descargar en el puerto coruñés.

Otra cuestión que preocupa al sector es «a forte presión dos inspectores». Según explican, cada vez se ven sometidos a más controles, con los consabidos perjuicios. Algunas empresas armadoras barbanzanas decidieron poner en marcha sus propias vendedurías en la capital herculina.

La situación cambió en los últimos tiempos para el colectivo que normalmente descargaba sus capturas en los muelles más próximos a las zonas de pesca y les permitían llevar la pesca a sus lugares de origen. Ahora, según explica Ignacio Vázquez, «temos que pesalo nos dous sitios e pagar dúas veces».

Una guía

El portavoz de Pescaldía comenta que la mercancía deben venderla en el punto de descarga por lo que la factura es suficiente para trasladarla a otro lugar. En caso de que los armadores prefieran que las capturas se subasten por ejemplo en Ribeira, precisan una guía para llevarlas, lo que encarece el proceso.

Las quejas del colectivo ribeirense son similares a la de sus compañeros de Muros. El armador de esta localidad Juan García comenta que el porcentaje en la ciudad herculina no es el mismo que en la villa muradana pues deben satisfacer una tasa mayor. A pesar de esta circunstancia, el profesional insiste en que trasladan sus capturas al lugar donde consideran que adquieren mayor valor en la subasta.

García comenta que lo que más le preocupa es que tienen que pesar del producto en el lugar donde se descarga y también en el punto de destino. Esta situación provoca un considerable retraso y pérdida de tiempo innecesaria al pasar por la báscula el mismo pescado dos veces.

En lo que coinciden todos los profesionales es en demandar que se agilicen los trámites y que sean menos engorrosos.