Anuncia que algo quedará

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe CRÓNICA

BARBANZA

23 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Metidos ya de lleno en el verano y, de paso, en la precampaña de las autonómicas gallegas, hay en la comarca todo un trasiego de conselleiros, directores xerais y demás cargos de la Administración haciendo promesas de todo tipo, color y condición. De pronto, actuaciones que no aparecían en los presupuestos que la Xunta aprobó en otoño van a materializarse o, por lo menos, se promete que va a ser así. No es que el Gobierno autonómico se haya embarcado de pronto en una campaña de fabricación de euros al estilo de la Operación Bernhard alemana. No, esta copiosa aparición de inversiones es menos habilidosa y entronca directamente con las conocidas partidas genéricas del presupuesto autonómico. Como no se especifica a dónde irá el gasto, después puede utilizarse como y donde mejor convenga.

Este es, por tanto, un verano que, además de caluroso, ha llegado cargado de millones. Después habrá que ver en el próximo plan económico de la Xunta cuántos de estos anuncios se materializan. El desembarco de autoridades, que a veces acuden tan solo para la firma de un convenio, resulta casi tan asfixiante como el sol abrasador.

Con la que lleva cayendo desde hace unos años sobre las espaldas de la desnutrida clase media y la desaprobación hacia el conjunto de la clase política mostrada por los ciudadanos en la repetición de las elecciones generales, con unos niveles de abstención que deberían invitar más a la reflexión que a la propaganda, lo mejor que podrían hacer los representantes autonómicos, los actuales y los que están por venir, es dejarse de anuncios y viajes, priorizar las inversiones para materializar aquellas más necesarias y, con la debida discreción, ponerlas al servicio de la ciudadanía que, a fin de cuentas, es la que costea los gastos de las obras y los honorarios de sus representantes.

Escuché hace tiempo decir a un economista que los políticos eran sus asalariados, y los de todos los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones tributarias. Pues eso, que estos son tiempos de cambio y es necesario dejarse de actos para la galería.

En estos días de playa y visitas institucionales a la comarca, se escuchan anuncios para la materialización de viejos proyectos, de nuevo regresa el clásico de la regeneración de la ría de Noia, y seguro que dentro de poco se anunciará la circunvalación de Portosín.

Llega un momento en el que este tipo de situaciones resultan cómicas, salvo por el hecho de que todavía quedan muchos ciudadanos de a pie a los que les cuesta llegar a fin de mes o que solo consiguen contratos por horas y, además, sin derecho a vacaciones.