Almuerzo marinero tras la regata Frinsa

Ribeira / La Voz

BARBANZA

El presidente del grupo Frinsa (patrocinador de la prueba), Ramiro Carregal, recordó los comienzos de la regata, cuando la fiesta tenía lugar en el pazo de Sálvora

30 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay mejor broche para una prueba náutica que un variado y suculento almuerzo marinero. Lo saben las más de setecientas personas que el pasado sábado se dieron cita bajo la gran carpa que se instaló en la zona portuaria de Ribeira. La comida, servida por el restaurante Baiuca, fue el colofón a una intensa jornada que comenzó, como no podía ser de otra forma, en el agua.

Al mar salieron 43 embarcaciones con unos trescientos deportistas a bordo. Eran los participantes en la decimosexta Regata Frinsa-Trofeo Presidente Ramiro Carregal Rey. Sus peripecias fueron seguidas muy de cerca por un nutrido grupo de espectadores que viajaban en dos catamaranes.

De regreso al punto de partida, el Club Náutico de Ribeira, regatistas, acompañantes e invitados disfrutaron de la parte lúdica de la jornada, una animada comida, que arrancó con la consabida entrega de premios. El presidente del grupo Frinsa (patrocinador de la prueba), Ramiro Carregal, recordó los comienzos de la regata, cuando la fiesta tenía lugar en el pazo de Sálvora y los asistentes dedicaban la tarde a visitar el faro y el viejo poblado de la isla.

Luego, lo acompañaron en la misión de repartir los trofeos su hija, Lourdes Carregal; el presidente del Club Náutico de Ribeira, José Luis Torres Colomer; el responsable de la Federación Gallega de Vela, Manuel Villaverde; el regidor local, Manuel Ruiz; y el comodoro del Club Náutico de Portosín, Fernando González, que casualmente patroneaba uno de los barcos galardonados, el Viento de Levante, que obtuvo la tercera posición en la clase crucero-regata.

Y tras las formalidades de rigor, llegó la hora de las anécdotas, los saludos y los reencuentros. Conservas selectas de la marca Frinsa, empanadas de trigo y maíz, canapés, quesos, jamón cortado en el momento, pulpo preparado por Veloso y una gran paella formaron parte de un menú que se cerró a golpe de brochetas de frutas, tartas y pasteles variados.