Los pilotos del Motoclub Ribeira School Fran Vilas y Juan Carlos Muñiz lideran el Campeonato Gallego en las categorías alevín más seis y promoción
29 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Fran Vilas (Ribeira, 2009) y Juan Carlos Muñiz (A Pobra, 1993) comenzaron en el mundo del motocrós como si se tratase de una herencia familiar. Sus padres fueron los desencadenantes de una pasión que los está atrapando rápidamente y en la que brillan con fuerza. Ambos son pilotos del Motoclub Ribeira School y lideran sus respectivas modalidades del Campeonato Gallego, que lleva el nombre de Dagan Cup.
FRAN VILAS
Un talento precoz.
A sus 6 años, Fran Vilas ya está labrándose un nombre dentro del motor gallego. Primero en el torneo autonómico en la modalidad alevín más seis, se subió por primera vez sobre las dos ruedas con 3 años. «Era unha minimoto china, en vez de poñerlle ruedines a unha bicicleta púxenllos á moto», asegura su padre, Kiko Vilas, conocido como Bujareiro.
La primera vez le ató una cuerda para tenerlo controlado en corto: «Non era consciente da velocidade que podía coller e prefería telo máis seguro». Después de tres años de ese bautismo motero, el joven apunta maneras. En su primera temporada completa en la Dagan Cup sigue líder contra jóvenes que tienen un par de años más que el ribeirense. Sobre las posibilidades de que el vecino de Castiñeiras alce el título autonómico, su padre asegura que «estaríamos moi contentos. Se gaña teño que recoñecer que me caería a baba».
Por el momento todavía quedan siete carreras para terminar la Dagan Cup y hay mucho camino por delante: «Cando comezamos era eu o que tiña que tirar del, agora é Fran quen ven falar comigo para que vaiamos adestrar. Dende pequeno víase ese don, caía e sempre se levantaba, non choraba, dáballe gas á moto de novo».
Juan Carlos Muñiz
Nació como afición.
Al igual que Fran Vilas, Juan Carlos Muñiz comenzó en el mundo del motocrós de la mano de su padre. Fue él quien le inculcó la pasión por la velocidad. «Era unha afección del e que agora mesmo compartimos os dous», asegura el líder del autonómico en la categoría promoción. Comenzó con 18 anos, pero el esfuerzo de cada semana lo ha colocado en la cima gallega: «Hai que adestrar moito, sacrificar outras cousas, non podes saír tanto, xa que tes que pensar en estar no circuíto collendo quilómetros».
En esta última etapa acude al periurbano alrededor de tres días por semana: «Facemos saídas, collemos voltas, nalgúns momentos estiramos as mangas para aguantar máis sobre a moto e noutras facémolas de forma máis intensa. Intentamos variar para ir mellorando nos diferentes aspectos deste deporte».
La meta del pobrense es llegar a competir a nivel nacional, a ser posible en un circuito de primer nivel: «Gustaríame facelo, practico este deporte porque o paso ben enriba da moto, pero tamén estaría ben competir nunha proba con moitos afeccionados».
El barbanzano confiesa que su mayor apoyo es su familia, aunque destaca el esfuerzo que hace el Motoclub Ribeira School por hacerle la vida más sencilla: «Sen a miña familia sería imposible practicar este deporte, pero quero agradecerlle ao club polo que me facilitan as cousas. Sempre que queiramos adestrar temos o circuíto aberto para que poidamos utilizalo. Iso nótase durante a tempada».