La andaina más larga de Galicia alcanzó un récord, ya que de los 250 participantes, 180 llegaron a la meta
27 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La tercera edición de la andaina más larga de Galicia, A 100 dos International Trekkers, terminó con récord y con los aplausos de todos los participantes. De las 250 personas que se dieron cita el sábado en A Pobra para lanzarse a conquistar el reto, 180 llegaron ayer a meta, cifra que no se había alcanzado en los años pasados y que sacó una sonrisa a la organización, a cargo del Club Internacional Trekkers Barbanza-Sar.
«Pagou a pena todo o esforzo dos últimos meses. Foi perfecto, estamos moi contentos porque non houbo ningún problema, ademais acadamos este récord de participantes que chegaron ata o final, fose en 10 horas ou en 23, todos teñen mérito», afirmó el directo deportivo del evento, Xabier Boullón, que ayer hizo de portavoz del club barbanzano.
Por segundo año consecutivo, el rianxeiro Gonzalo Novoa terminó la prueba en primer lugar. «Rematouna en 10 horas e 47 minutos, outro récord. Colleunos un pouco desprovistos, non contábamos con ese rexistro. Tivemos que ir de urxencia para os avituallamentos para que puidese comer», reconoce entre risas el propio Boullón.
Las innovaciones, como el uso de un dron para grabar imágenes de la prueba, o la puesta en marcha de una aplicación para que los familiares pudiesen seguir en directo la prueba, fueron un absoluto éxito: «Axudounos moito e os participantes valorárono de forma moi positiva».
Descanso y comida
A Pobra acogió la comida de confraternización entre participantes, familiares y todos los voluntarios que hicieron posible la andaina. De menú hubo empanda de manzana, jamón, pulpo, navajas, mejillones y ternera, que se aderezó con vino y agua. Durante la sobremesa, los participantes comentaban como habían visto la prueba. «As vistas foron o mellor», aseguró el vecino de Boqueixón, Manolo Soutullo, valoración que fue unánime entre todos los andariegos.
El ribeirense Adrián Crujeiras, que llevó el dorsal número uno, regresó a casa con un reloj con GPS valorado en 500 euros. La organización aprovechó el evento para sortearlo y el joven, hecho polvo tras la prueba, agradeció el obsequio con una sonrisa.
A pesar del duro trabajo, los Trekkers ya hablaban ayer de la próximo edición: «Que viñera tanta xente é unha alegría. Para o ano intentaremos comezala dende outro concello. Intentaremos mellorala. Todo o esforzo mereceu moito a pena».