La sardina escasea en vísperas de San Juan y el valor del jurel grande se dispara

BARBANZA

MATALOBOS

La aparición de un banco de anchoa en Burela permite suplir la falta de la especie

10 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un año más, como si presintiese la proximidad de las brasas, la sardina está ausente de la costa. Faltan trece días para San Juan, el vecino Portugal celebra el lunes San Antonio, y la especie estrella de las parrillas no hace acto de presencia, para desesperación de cerqueros y arrastreros.

La que más abunda es la denominada medianilla y una caja de 12,5 kilos se cotiza en la rula de Ribeira a 12 euros. La grande, esa que todos quieren conseguir, es la que no se encuentra y la poca que hay, dicen los entendidos, todavía no está en su punto. Por ese motivo, la caja de doce kilos tiene un valor inferior al que cabría esperar, sobre 30 euros en la subasta.

El hecho de que la especie no se encuentre todavía en óptimas condiciones, «fáltalle graxa», dicen algunos, motiva que el precio del jurel grande, ese en el que entran dos o tres piezas por kilo, cueste unos cuatro euros. La caja de quince kilos ronda los 50 euros. Explican en la lonja ribeirense que esto se debe a que «ten máis calidade». Ahora bien, cuando se les pregunta a los profesionales del mar comentan que «ese tampouco abunda. O que máis hai é o medianillo».

La gran sorpresa

Para sorpresa del sector, la buena noticia ha sido la aparición de un banco de anchoa en la zona de Burela. Muchos armadores de Portosín, entre ellos el patrón mayor, Iván Carreño, no han dudado en abandonar la búsqueda de la sardina para echar sus redes en un caladero más fructífero. Quienes todavía no se han desplazado a la zona aseguran que no tardarán en hacerlo si la situación se mantiene y, por ahora, lo cierto es que solo el jurel hace acto de presencia. Ayer al mediodía llegaban a la rula de Ribeira dos barcos procedentes de Camariñas, venían cargados de esta especie, de la sardina no había ni rastro.

En la plaza de abastos de Ribeira hay sardina, pero de la de tamaño medio. Puede comprarse entre 4 y 3 euros el kilogramo, aunque pescantinas como María aseguran que no tiene excesiva demanda: «Tampouco hai moito movemento no mercado». Por su parte, Mari Carmen Martínez explica que las ventas no están siendo demasiado elevadas, aunque reconoce que la sardina que hay actualmente no tiene mucha salida por sus características.

Unos puestos más adelante, José Ramón Vázquez muestra unas xoubas de Rianxo y asegura que tienen una gran demanda. El kilogramo cuesta cinco euros y afirma que «son un bocado selecto». A su lado, Marisa Fernández indica que ella la tiene capturada en Ribeira, de gran calidad, y a tres euros el kilogramo.

Los compradores, por su parte, aunque señalan que todavía dejarán que se aproxime más la celebración de San Juan para comenzar a probar las sardinas, indican que tienen pocas esperanzas de poder conseguirlas: «Seguro que cando as haxa van carísimas, porque sempre sucede o mesmo».

Ya nadie parece buscar explicaciones al hecho de que no haya sardina justamente en la época en la que todos andan en su búsqueda. Los más optimistas confían en que aparezca algún banco. Sin embargo, hace ya tiempo que algunos cerqueros venían advirtiendo que había poca cantidad y que debía velarse por proteger la especie.