«Non ten sentido prohibir vender as plantas, é estúpido»

M. Gómez Ribeira / La Voz

BARBANZA

01 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El plan de contingencia para combatir el avance de la plaga incluye, además de la fumigación de aquellas plantas susceptibles de sufrir el ataque del insecto, otras medidas que son, cuando menos, impopulares y afectan directamente a la comercialización de cítricos. En realidad, está en vigor la prohibición de vender este tipo de frutales, una medida que indigna a los propietarios de los viveros de plantas, que además de faltan de una absoluta falta de información.

Desde distintas empresas de la comarca dedicadas a esta actividad hablaban con una sola voz para contar el perjuicio que les supone la prohibición de vender naranjos, limoneros o mandarinos: «É unha medida estúpida, non ten sentido que prohiban vender plantas cando a praga xa a tes aquí e non a traen as árbores, que veñen de fóra están sans». Una carta que llegó a los viveros de la zona a finales del año pasado es la única comunicación que tienen de momento los profesionales del sector: «O único que sabemos é que chegou unha circular coa prohibición, non ten prazo», señalaba una viverista de la comarca noiesa.

También en Arousa norte se escuchan quejas sobre la falta de información oficial: «Tenemos los cítricos en cuarentena en una finca apartada y no sabemos si esto va a durar meses, años o siglos».

Falta de control

Este profesional asegura que no hay un solo día que no pasen por su negocio varias personas preguntando por el psílido de los cítricos y los tratamientos que podrían aplicar, pero requieren el carné de fitosanitarios y no todo el mundo lo tiene: «Una cosa es que se identifique el problema y otra es el control. Nosotros dejamos de vender plantas en noviembre, pero nos consta que la gente está comprando cítricos fuera, es un cachondeo».

No es el único que habla en estos términos y hay más viveristas que se consideran doblemente perjudicados por la situación: «A nós amólannos porque non podemos vender, pero os clientes se queren plantar un laranxeiro poden traelo de fóra», indicaban desde otro negocio, mientras que otra trabajadora opinaba que la plaga «non está controlada porque a única solución que dan é non comercializar os frutais. Na súa horta haberá quen trate as árbores e haberá quen non o faga, de feito, ao pasar polas fincas ves todas as plantas enfermas». En vista de la situación, lo que todos esperan es que las fumigaciones den sus frutos y les permitan trabajar de nuevo.